Conduzco atento al hombre que delante de mí sortea el tráfico mientras soy consciente de lo hábil que es manejando esa moto que debe de pesar tres o cuatro veces más que el.Sigo sorprendido por dos cosas. La primera, haberme encontrado con el. Y la segunda, que al decirle mi nombre completo no me haya reconocido. Si lo ha hecho lo está disimulando muy bien.
Un semáforo se pone en rojo, veo que para y yo paro a su lado.
El me mira, levanta la visera de su casco. Para mi gusto tiene un rostro precioso, con esa cicatriz en la barbilla. Y, tras mirarme de una manera que reconozco que me pone nervioso, dice:-¿Sabes que el límite en esta calle es de cincuenta?
Asiento, lo sé. No me gusta rebasar los límites de velocidad. Y luego el añade:
-Pues que sepas que tú me estás poniendo a cien.
Parpadeo. ¡¿He oído bien?! ¿Me está vacilando? Ambos sonreímos. Me gusta su sonrisa.
-¿Te han dicho alguna vez que eres muy mono? -pregunta a continuación.
Sin poder evitarlo, y como un auténtico idiota, afirmo con la cabeza, y el suelta:
-Señorito..., eres muy creído.
Me río. No lo puedo remediar. Pero ¿de dónde ha salido este hombre?
Mientras lo observo sentado en su moto de una manera que me parece tremendamente sexy, seguro y provocador, replico:
-No soy creído. Solo que me has preguntado y yo he respondido con educación.
Asiente. Me encantaría saber qué pasa por esa cabecita.
-Seguro que quieres ser actor, ¿verdad? -agrega el.
Niego con la cabeza. Mi madre es una reconocida actriz. A ella siempre le ha apasionado interpretar delante de la cámara, mientras a mí siempre me ha gustado dirigir y estar en la sombra.
-¿Crees que tendría futuro como actor? - pregunto divertido.
Matt vuelve a asentir sin apartar los ojos de mí.
-Sin duda, y teniendo amigos como Eunwoo y Sunoo , ¡más aún! -asegura.
Suelto una carcajada. ¿Sabrá quién soy y por eso lo dice?
Nos miramos unos segundos en silencio mientras el semáforo sigue rojo. Está claro lo que ambos deseamos. Está claro que ambos sabemos por qué nos miramos así.
-Vivo en baekbeom-ro - dice entonces-. ¿Conoces la calle?
Respondo que sí y el añade:
-Cuando lleguemos te indicaré dónde aparcar el coche. Una vez que bajes, dirígete al número 76. Yo iré a mi garaje a dejar la moto, pero no tardaré.
Vuelvo a asentir. Esta hombre me tiene hipnotizado.
El semáforo cambia a verde, el se baja la visera del casco y acelera. Sorprendido por lo rápido que es, yo intento seguirlo.
¡No pienso perderlo!
Tan pronto como llegamos a su calle veo que frena; con la mano derecha me indica un aparcamiento y yo estaciono el coche mientras el desaparece al fondo de la calle e imagino que va al garaje.
Pocos minutos después, cuando estoy esperando en su portal, el llega y, en cuanto voy a hablar de pronto me besa.
-Joder... - murmura cuando acaba-. Me pones mucho.
Asiento. ¿Por qué repite tanto la palabra joder? Cada vez que lo dice me acuerdo de mi padre y sonrío. Aunque, bueno, me gusta saber ¡que «le pongo mucho»! Eso me hace gracia. Nadie me ha dicho algo con tanto descaro.
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Si hay que perder el miedo a algo, que sea al miedo. MATTWOONG
FanfictionMatthew, ama su trabajo, pero por experiencia sabe que si tiene pareja puede hacerlo sufrir. Jiwoong, el cual después de la muerte de su esposa se cerró en banda al amor. El destino los unirá, y aunque son muy diferentes se atraerán de tal manera q...