Capítulo 9: Confesiones

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Al día siguiente una nueva luz brilla en el internado y la tristeza de Kanao desaparece como la niebla con el sol.

Después de una semana sin verse Makoto la sorprendió invitándola a salir a cenar a un restaurante

Kanao se preparó mucho eligiendo su mejor ropa y esperó con entusiasmo a Makoto en la entrada del internado.

Kanao se preparó mucho eligiendo su mejor ropa y esperó con entusiasmo a Makoto en la entrada del internado

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*la ropa de Kanao es esta  👆)*

Cuando Makoto por fin apareció la radiante sonrisa en su rostro borra cualquier rastro de tristeza que pudiera haber quedado e n Kanao.

Makoto: te ves muy linda.

Kanao: gracias.

Makoto: Nos vamos?

Makoto extendió su mano y esperó a que Kano la tomara y se fuera de la mano con él.

Kanao sonrió y le tomó la mano.

Kanao: sí

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Durante la cena, el restaurante se llenó de risas y conversaciones.

Kanao y Makoto compartieron anécdotas de su semana separados y rieron como si no hubiera pasado el tiempo y su vínculo parecía más fuerte que nunca

Durante la cena Makuto dejó su cuchara a un lado y tomó suavemente la mano de Kanao.

Makoto: Tengo algo que quiero mostrarte

Kanao se sonrojó un poco al sentir el calor de su mano.

Kanao: ¿Qué es?

El corazón de Kanao latia muy rapido.

Makoto sacó una pequeña caja de su bolsillo y la abrió y sacó una pulsera dorada

Makoto: Lo vi en una tienda y pensé que te encantaría.

no era lo que esperaba pero Los ojos de Kanao se iluminaron de emoción cuando vio la pulsera drada

Kanao: Es hermoso Makoto, pero no tenías que ...

Makoto: Quiero que lo tengas. No es solo un regalo ... es un recordatorio de lo nuestro.

Makoto dijo eso con tanto amor que hizo que el corazón de Kanao latiera más rápido

Ella aceptó la pulsera agradecida y mientras Makoto se lo ponia Kanao se atrevió a decir lo que había estado sintiendo desde que el se fue con su abuelitaa.

Kanao: Makoto, gracias por volver, no tienes idea de cuánto te extrañe esta semana

Makoto sonrió y la miró.

Makoto: Yo también te extrañé mucho Kanao. No quiero pasar otra semana lejos de ti

Los dos se tomaron de la mano y juraron estar juntos, y Kanao miró seriamente a los ojos de Makoto, incluso cuando su rostro se puso rojo.

Kanao: Prométeme que nunca me dejarás, ok?

Dijo Kanao con una mezcla de nervios y desisión.

Makoto apretó suavemente su mano.

Makoto: Nunca, Kanao, siempre estaré aquí para ti.

Kanao y Makoto compartieron así una noche inolvidable de risas, confesiones y sinceridad y A medida que avanzaba la noche, Kanao agradecía la luz que Makoto había llevado a su vida.


La nueva vida de internado de KanaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora