El Destino de un Reencarnado ~Mushoku Tensei~ (PAUSADO)

Capítulo 76: Guerra por el trono - Parte 3.

Advertencia: Mushoku Tensei y sus personajes no son de mi propiedad, crédito a sus respectivos creadores. Solo el personaje principal es de mi propiedad. Me disculpo de antemano por errores gramáticos. 

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Esto se me salió un poco de las manos.

Todo estaba calculado en mis planes hasta el punto en el que apareció Osric. El hijo de puta no debería de estar aquí. Se suponía que debía de estar con Orsted. Sin embargo, lo tengo aquí ... justo enfrente de mí.

"Espera ... ¿acaso lo mandé a volar a la torre equivocada?"

"Posiblemente." -dijo Muramasa en respuesta a la pregunta que me hice-.

"¡PARA DE HABLAR COMO UN IMBÉCIL ESQUIZOFRÉNICO Y VEN AQUÍ!"

El peliblanco envuelto en rabia saltó sobre mí con su espada en mano y cortó horizontalmente. Salté para esquivar y vislumbré cómo su ataque arrasaba con toda la llanura, desintegrando todo rastro de hierba que pudiera haber.

Lancé una ráfaga de fuego hacia él, pero Osric simplemente le dio un manotazo para deshacerlo y rugió con más furia antes de saltar.

"¡Mierda!"

"¡Ven aquí!"

"¡No soy gay!"

Me desvié de su trayectoria y dejé que volara por los aires. Aterricé sin problemas en el suelo y lancé cortes de viento para darle de lleno aprovechando que no tenía donde apoyarse, pero grande fue mi sorpresa cuando él pateó el aire y corrió por este.

"¡Oh, genial! ¡Ahora todos pueden hacer eso!" -me quejé antes de girar rápidamente a Excalibur en mis manos-. "¡Simplemente maravilloso!"

Rocé la hoja de la espada contra el suelo y levanté toneladas de tierra que se asomaron a donde mi oponente, pero este ni se inmuto. Saltó entre las rocas sin problemas, aprovechando su agilidad y visión para poder buscar un pasadizo por donde infiltrarse y tomarme por sorpresa. Para mi suerte, sentir presencias era algo que me dio ventaja en esta batalla.

Lancé un rayo por donde se suponía que debió de aparecer y le atiné cuando él se lo comió entero. Entumecido por mi anticipación, Osric no pudo hacer nada más que recuperar el aliento y dejar que lo mande a volar de un puñetazo a varios metros de distancia.

De 0 a 300, la distancia que recorrió fue cada vez mayor conforme veía los rebotes que daba contra el suelo hasta que se detuvo. A una distancia casi comparable a la de un kilómetro, sentí el suelo vibrar con brusquedad. Súbitamente, en la posición del peliblanco, el suelo explotó y liberó una cantidad aterradora de tierra y polvo hacia el aire, pareciendo el surgimiento de Godzilla pero por tierra.

Osric se desplazó por todo el campo en un borrón casi invisible, corriendo en zigzag hasta llegar a mí y luego correr desenfrenadamente en círculo. Atacar y esperar a atinar era estúpido. Él tenía la ventaja de ir por cualquier lado e igualar su velocidad a estas alturas me sería un tanto difícil.

Hubiera sido bueno tener mi ojo y crear otra cúpula ralentizadora de tiempo, pero la última vez que intenté hacer eso dos veces seguidas casi se me explotó la cara.

"¡Tch!"

Me arrojé por el suelo y comencé a girar en mi espalda para poder imitar un movimiento de brakedance mientras soltaba fuego por los pies. Las llamas rápidamente abarcaron los 360º en los que me veía acorralado y se expandieron para golpear a Osric.

Él no fue estúpido e inmediatamente saltó. No queriendo dejar margen de puntos débiles, creó un pilar de tierra de inmediato y se apoyó en este antes de saltar hacia mí. Ya terminado con mi pequeño bailecito, imité su movimiento y creé un pilar para que me levantara, dejando que se estrellara contra la base.