Parte 1

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El hecho de tocar el continente americano y correr a la compañía sin siquiera darse un descanso es algo decepcionante e irritable para él.

Tener que ir y representar su empresa, ganarse el contrato, no tenía problemas con eso, no era la primera vez que le ganaba contratos a su empresa y en un país extranjero, solo espera poder dar la talla.

Apenas llegó a la empresa recibió la llamada de su compañero, sabiendo que preguntaría si había podido llegar sin problemas a la empresa y como veía el lugar.

Mientras hablaba por teléfono daba su información en recepción siéndole permitido el pase y sin más se dirigió al piso que tenía que ir. No iba tarde, así que no debía correr como loco

Al llegar al piso se dirigió a la secretaría para anunciar su llegada y la secretaría le pidió que tomara asiento y esperara, la directora estaba ocupada

Sin más tomó asiento en las sillas que se encontraban en el lugar y espero mientras atendía mejor a su compañero en la llamada.

— Portate bien Rusia, mantente relajado pero muéstrate seguro y proactivo, no hagas ninguna boludez

— ¿Por quién me tomas Argentina?, siempre hago mis trabajos bien, no es la primera vez que tomó contrato

— Solo no lo arruines, necesitamos demasiado esté contrato porque o si no estamos fritos ¿entiendes?

— Por dios, deja de llorarle a los americanos, sea como sea, tenemos mucho de ventaja, es obvio que nos aceptara

Mientras Rusia hablaba, al minuto salieron de la oficina dos mujeres, una cargaba un bloque de folders intentando maniobrar con ellos mientras que la otra le colocaba el otro con cuidado, hablaban sobre que era cada uno.

A Rusia no le interesó lo que las mujeres hablaban, es más, si lograba escucharlo era lo que menos le importaba, lo que captó su atención fue aquella magnífica y preciosa mujer alta y elegante que sostenía los folders con desespero.

Estaba de costado de él y podía ver todo lo que la mujer podía ofrecerle, un tremendo cuerpazo escondido en esa camisa blanca marcando perfectamente su contorno, al igual que la falta negra bajo su rodilla, pegada a su cuerpo mostrando un buen culo, un culo que tuvo la tentación de tocarlos y apretarlo con fuerza en sus manos, unas buenas caderas y una cintura estrechas que podían caber perfectamente entre sus manos

Unos senos grande, no exagerados, simplemente grandes y esponjosos, tenía el pelo amarillo recogido en un moño casi colocado en la altura de su cabeza, era largo y ondulado, algo desordenado pero no para verse desaliñada, simplemente realzando más su belleza, tenía algunos mechones largos posados en su rostro y unos lentes para ver que le daba seriedad y sensualidad, unos ojos que, aún cuando no lograba ver de que colores eran, eran tan jodidamente atrayentes.

Rusia había visto mujeres hermosas a lo largo de su vida, por supuesto, era lo que le atraía, sobre todo las hermosas, pero ésa que estaba enfrente de él, no causó lo mismo que todas han causado, ya sea lujuria (que era la mayoría de veces), o deseo por algo más carnal, no, fue algo del interior, algo que lo dejo embobado, un brillo que llegó como ráfaga de viento apenas la vio.

Lo que ésta vez latía no era su polla cuando veía una doncella de un calibre fantástico, lo que palpitó y estremeció fue su corazón.

— Si si, dale, yo lo hago, no te preocupes cariño, vuelve y termina lo demás ¿si?

"Preciosa voz" pensó Rusia sin evitar y tampoco quería hacerlo

Rusia no se podía quedar así sin más, no podía irse si tan siquiera pedirle alguna información o algo donde pueda localizar, necesitaba hablar con ella y verla comúnmente, como va a conseguir el contrato tiene la esperanza de seguir viéndola

Amor A Primeros Ojos //RusAmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora