REVENGE (Chara x Sans)

CAPÍTULO CUATRO: El enigma de Gaster.

"Desperté en la cama de flores doradas, pero esta vez algo era diferente. La sensación de tener todo el control, de no ser solo un espectador en la mente de alguien más, era abrumadora y a la vez liberadora.

Frisk estaba ahí, conmigo, en una presencia espiritual que yo solo podía percibir y tocar por nuestra conexión, pero... no era él mismo. Su mirada era distinta, más serena, menos inquisitiva. Había una especie de entendimiento en sus ojos, como si hubiera presenciado algo trascendental en su breve desaparición.

—¿Qué pasó? —cuestioné, notando la diferencia en la actitud de Frisk.

—No lo sé del todo, pero algo cambió. Lo sentí —Frisk se puso de pie, con una calma que contrastaba con su usual nerviosismo interno—. Parece que estás al mando ahora...

—¿Qué...? ¿Qué fue lo que... sucedió? ¿Por qué no recuerdo nada? —Estaba demasiado confundida. Me levanté y sacudí un poco mi ropa, deshaciéndome de los pétalos dorados que se colaron entre las telas y tejidos.

—No lo sé, Chara... He despertado hace unos minutos... Me parece que hemos muerto de nuevo, y por eso estamos aquí... Pero no entiendo cómo sucedieron las cosas, o el porqué de nuestra amnesia.

Me debatí internamente al sentir que sus palabras no me parecían del todo... Honestas.

—Quizá nos... ahogamos... —Murmuré, omitiendo mi sentir.

—Claro —contestó un para nada convencido Frisk—. Eso explica porqué perdimos la memoria y que ahora tu tengas mi cuerpo. 

Ironizó, mientras se acercaba para ayudarme a deshacerme de los pétalos en mi cuerpo.

"Espera... ¿¿Ironizó?? ¿Frisk?"

—Trato de calmarme, intenta ser más amable, ¿Quieres? —Respondí, ignorando la sorpresa que me generó su actitud anterior—. Además... ¿Tu cuerpo? Lo siento, cariño, pero este es MI cuerpo, no recuerdo que tuvieses pechos ni cicatrices, además de un precioso cabello cobrizo.

Levanté mi prenda de ropa superior para mostrar las heridas cicatrizadas de mi abdomen, luego de presumir mi cabellera, pero Frisk se dio la vuelta tan rápido que pude sentir como la brisa de su movimiento me despeinó.

—¡No necesito verlos! —Chilló con voz aguda, mientras me percataba de que su cara se convertía en un tomate y su actitud desafiante de antes desaparecía por completo.

Reí a carcajadas por su reacción, intentando explicarle entre risas que no iba a enseñarle nada indebido... Claramente no me creyó, y solo se puso aun mas rojo, por lo que decidí cambiar el rumbo de la conversación.

—Como sea... Sigo sin entender nada de esto...

No sabía qué hacer con este nuevo "poder". Había pasado tanto tiempo siendo solo una presencia en la mente de Frisk que tener el control total era algo sofocante. Y, aunque también significaba una oportunidad para seguir mi propio camino al dejar de ser solo un acompañante en la historia de otro, no estaba segura de nada en estos momentos.

—¿Qué vas a hacer ahora? —preguntó Frisk, observando con curiosidad y sacándome de mi trance.

—No lo sé... Necesito averiguar más sobre lo que sucedió en ese momento. Algo me dice que no fue casualidad.

Al contestar su pregunta, mi mente se iluminó, recordando mi determinación y objetivo principal: mi venganza. Con una gran sonrisa dibujándose en mi rostro, lo miré y continúe: