[3] I Hate You, Don't Leave Me (Saga: Out Of The Woods)

Capítulo 12

Kimberly

No quería por ninguna razón terminar a solas con Eliot. Por alguna razón había sido muy difícil para mi encontrarme con él el día anterior y no recordar la suavidad de sus labios contra los míos. Mierda, lo estaba haciendo otra vez. Tengo que mantener esos pensamientos lejos si quiero sobrevivir esta noche. Tenia que concentrarme en mi indignación, estaba tan indignada porque mi madre hacer este tipo de invitación sin consultarme y ella creía que lo hacia por mi, para darme un empujón hacia buenas amistades. No niego que ellos son buenos amigos pero no necesito que mi madre me de ese empujón, ella no sabe lo que paso entre Eliot y yo la noche de la fiesta, no entiende.

- ¿Me pasas un cuchillo, por favor? - Pidió mi madre.

Me incline, tome un cuchillo del cajón y se lo entregue.

- No puedo creer que hicieras esto - suspire frustrada.

- ¿Que cosa?

- Cynthia, sabes de lo que hablo. ¿Por que sera que ustedes nunca me escuchan? Me hicieron venir aquí en contra de mi voluntad y ahora me obligan a hacer amigos...

- No te obligamos, ¿acaso ellos no son de tu agrado?

- Si, bueno, no sé - vacile -, esto es incomodo.

- ¿Por que? Kimi, estas exagerando. Deberías ir allí y hablar con ellos.

- No...

- ¿Necesitan ayuda? - Pregunto Joy desde el umbral, interrumpiendo nuestra conversación.

- Por favor - le sonrió Cynthia agradecida.

Joy se paro junto a ella y ambas prepararon la cena, yo puse la mesa y en el momento que termine de colocar las ultimas servilletas mi padre se asomo por la puerta con su teléfono en la mano. Me pidió que cuidara de Luk y Leo mientras él atendía una llamada importante.

Mierda. Lo que mas temía se hacia realidad. Seguramente Eliot estaba allí sentado esperando tenerme a solas para tener una conversación sentimental o simplemente insinuarse como normalmente hace.

A regañadientes asentí y camine hacia la sala. Me sorprendió lo que encontré, Luk y Leo estaban enseñándole a Eliot a jugar videojuegos. El tipo era malisimo y a penas entendía como funcionaban los botones.

- No me digas que nunca jugaste videojuegos en tu vida.

Al instante sus ojos se movieron hacia mi y brillaron, realmente brillaron y su sonrisa también lo hizo. ¿Como hacia eso, era siquiera posible?

- La verdad es que no - respondió y me tomo un momento entender de que hablaba, estaba tan absorta en sus resplandecientes ojos que estaba perdida.

- No lo puedo creer.

- Es la verdad, ¿me enseñas?

- ¿No me estas mintiendo para que me siente junto a ti y puedas acosarme? Mis hermanos están aquí, son bastante bocones así que piénsalo bien.

Negó con la cabeza.

- Bien. - No era seguro pero de todas formas me senté junto a él y le enseñe a utilizar el mando.

Termino siendo divertido, jugamos mi juego de pelea favorito y bromeamos, él me acusaba de ser una tramposa sin corazón ya que yo era experta en este juego y él un novato y que ni aun así lo dejaba ganar.

- No te dejare ganar solo por ser un novato. Es duro pero tienes que aprender y alcanzarme por ti mismo - Solté un poco o quizás demasiado engreída.

Le di un ultimo golpe y gane.

- Volví a ganar.

- Una vez mas.