PRÓLOGO

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Miré hacia todos lados. Me daba la impresión de que mi alrededor daba vueltas.

Me hice hueco entre toda la multitud como pude. Había demasiada gente, tanta que hasta me agobié. Poco a poco fui notando como mi respiración se iba dificultando. Tenía que salir de ese lugar.

Por fin pude salir del edificio. Bajé torpemente las anchas escaleras hasta llegar a la acera de al lado de la carretera. Apenas podía sostenerme en pie. Estaba muy mareada.

Caminé con la poca fuerza que me quedaba hasta la carretera. Ya ni sabía a dónde iba. Además, era de noche y las luces de los coches me nublaban la vista. Tuve que frenarme. Mis pulmones ya no daban para más. Lo veía todo muy borroso y el mareo no paraba de aumentar.

De repente todo se puso en silencio. Era como si el mundo se hubiera paralizado por un instante. En ese mismo instante solo estaba yo sola en medio de la carretera con el vestido turquesa oscuro que me había regalado Sam. Pero el momento no duró mucho, ya que una voz que me resultaba familiar gritó mi nombre. Eso provocó que yo volviera a la realidad.

—¡Luna!—gritó Sam desde el otro lado de la carretera. Estaba bajando las escaleras a toda prisa con su traje negro para venir hacia mí. Lo notaba muy preocupado.

Quería moverme, apartarme de la carretera. Pero no podía.

Así pues, esos gritos se convirtieron en un eco para mis oídos. Al final no pude más y pasó lo que llevaba varios años sin ocurrir. Me desmayé ahí, en medio de la carretera mientras los coches circulaban a mi alrededor. 

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Holaa, espero que os guste mucho esta historia. Está llena de dramas y de romance.

Me haría mucha ilusión que comentarais y me dierais vuestra opinión.

Os quiero 🩷

UNAS ROSAS PARA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora