× La Sombra del Campeón ×

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Desde que se vieron por primera vez en los pasillos del club celeste hubo una conección extraña, desde un principio notaron la peculiar química que se formó entre ellos y en los primeros meses fueron aprendiendo a convivir, incluso cuando sus personalidades eran tan distintas tal y como sus imágenes públicas se mostraban.

Erling es llamativo, energético en muchos sentidos, su actitud es sarcástica de a ratos pero siempre con mucha alegría y simpatía, físicamente es imponente con amplios hombros y espalda, un gesto serio natural, mandíbula cuadrada, penetrantes ojos verdes azulados y con una altura de un metro noventa y cinco que ayudaba a amplificar aún más la figura del joven noruego.

En cambio, por el otro lado estaba Julián, un chico de perfíl bajo, callado y tímido, con una actitud mucho más tranquila, una figura física fuerte pero que era opacada por su altura de metro setenta, con un gesto natural curioso casi infantil y obscuros ojos grandes y marrones que le agregan un hipnótico aura de inocencia a su mirada.

Los primeros meses en el Manchester City pasaron en un abrir y cerrar de ojos, los jóvenes delanteros no hablaban mucho más allá de charlas superficiales durante los entrenamientos o en el vestidor, era raro encontrarlos conviviendo fuera del ámbito deportivo. Ciertamente, tanto a Julián como a Erling se les pasó por la cabeza de que tal vez no le agradaban al otro y viceversa por eso ambos tenían pequeños gestos uno con el otro para no dar incapié a aquella idea, gestos como sonrisas cortas cada que se veían, molestarse un poco durante los entrenamientos, abrazos espontáneos o buscarse para hacerse pases con la pelota cada que podían.

Desde lo deportivo, Haaland temía que su presencia lo frustrara a Álvarez, ambos siendo delanteros eran consecuentemente rivales por el puesto pero se sorprendió al ver que el argentino se mostraba genuinamente feliz por su exelente rendimiento individual. Eso no le había pasado nunca, generalmente su directa competencia le solía mostrar una sonrisa falsa acompañada de halagos forzados, pero ese no era el caso de Julián, al contrario, el cordobés lo felicitaba por cada gol, le firmaba encantado los balones conseguidos por hat-tricks y cuando compartían cancha se mostraba más que dispuesto a ayudar en el alargue personal de goles del noruego. Álvarez no mintió cuando en su presentación dijo que el priorizaba al equipo sobre si mismo y si había algo que a Erling le gustaba más que hacer goles era la honestidad y la buena camaradería.

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Cuando la copa del mundo llegó, Haaland con cierta resignación combinada de entusiasmo miró todos los partidos en los que estuvieran sus compañeros del City, fué en ese entonces que se maravilló con el rendimiento individual de Álvarez, estando en el mismo equipo sabía de lo que el argentino era capaz de hacer en la cancha, o eso creía.

En la semifinal Argentina vs Croacia el noruego no pudo evitar reír al notar como en el segundo gol albiceleste Julián se llevó todo puesto con muchísima determinación pero con una sonrisa dibujada en el rostro, dando a entender que pese a la gran presión que había alrededor el cordobés nunca dejó de disfrutar cada partido como si volviera a ser un niño pequeño jugando a la pelota en el patio de la casa.

Después de ese partido el mundo hablaba de Julián Álvarez, era como si en Europa se acabaran de dar cuenta del jugador que estaba debutando en la copa del mundo y en el fútbol europeo.

- What should Pep Guardiola do about the Haaland or Álvarez discussion? -
(¿Qué debería hacer Pep Guardiola hacerca de la discusión de Haaland o Álvarez?)

Mesterens Skygge || Erlian ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora