𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯 𝔣𝔦𝔣𝔱𝔢𝔢𝔫

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ᵗʰᵉ ᵃʳˡᵒⁿᵍ ᵖⁱʳᵃᵗᵉˢ

Una pelea continuaba dentro del Baratie, al menos los destrozos no eran tantos, mientras Luffy intentaba golpear a Arlong, Asherah esquivaba la afilada espada de Helena, ella había logrado hacerle un corte en el brazo derecho a la sirena

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Una pelea continuaba dentro del Baratie, al menos los destrozos no eran tantos, mientras Luffy intentaba golpear a Arlong, Asherah esquivaba la afilada espada de Helena, ella había logrado hacerle un corte en el brazo derecho a la sirena.

Pero la rubia también había logrado conectar varios golpes, había lanzado alguno de sus kunais hacia la contraria pero ella los esquivó con facilidad.

Para la suerte de Asherah no habían más cortaduras en su cuerpo, las habilidades de la espadachín eran asombrosas, pero no tanto cómo Zoro.

La joven se dió la vuelta para mirar a Luffy quién había soltado un grito de dolor, fue el primer error ya que la peli naranja la golpeó con el mango de la espada en la nuca, haciéndola caer algo mareada.

Ella se intentó volver a atacar a la rubia, pero Asherah fue más rápida y gracias a un barrido de pierna logró hacerla caer junto a ella. Con cuidado se levantó y corrió detrás de su amado, Arlong lo había lanzado a través de la puerta rompiendola.

Estaba decidida a clavar su daga en la espalda del hombre pez.

—¡Luffy!— gritó con enojo, intentó seguir avanzando pero los dos hombres peces la tomaron de los brazos con fuerza.

Soltó un quejido del dolor, era un agarre fuerte pero podía aguantar, forcejeó tan fuerte como pudo, intentó derribarlos pero fue inútil.

—Es toda tuya— dijo el de escamas celestes cuando Helena aparecía en escena con una pequeña herida en el labio.

—Bien, Sirenita— se burló la muchacha mientras tenía una mueca de burla, Asherah siguió forcejeando pero era imposible —Que tenemos aquí.

Helena tomó la muñeca de la joven con fuerza y le quitó la daga, la miró detenidamente y sonrió, pasó ésta por el rostro de la sirena, Asherah cerró los ojos con fuerza esperando el ataque, pero no llegó nada, aún así la espadachina tenía la intención de clavarle su propia arma en el cuello pero no podía por órdenes de su capitán.

Hey Girl! - Monkey D. LuffyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora