Dirty Red Feathers - Lawlu

Capítulo 30: Hasta mañana

Al día siguiente, a media tarde

"¿Desde cuándo mi casa es un hotel?" pregunta Law perezosamente desde su sofá. "¿Y cómo demonios ha ocurrido esto tan rápido?".

"Es la era de Internet, amigo", sonríe Shachi desde un sillón. "La información viaja rápido".

El cirujano se burla. "Sí, y por eso también lo hace mi ritmo cardíaco".

Casi todas las personas que había conocido en las últimas veinticuatro horas residían en ese momento en su apartamento.

Luffy y él compartían el sofá, mientras que Shachi y Bepo descansaban a ambos lados en sacos de dormir. Penguin ocupaba la silla a su izquierda. Zoro y Sanji se sentaron juntos en el suelo frente a las puertas del patio, a la derecha, y Marco, Sabo y Koala se sentaron en sus taburetes de la isla roja. Marco era un poco más distante con los otros dos, por supuesto.

Una vez que todos se hubieron instalado empezaron las presentaciones. Eran muchos y debían conocerse mejor si iban a trabajar juntos.

Sorprendentemente, cuando le tocó el turno a Marco y éste reveló con vacilación su pasado con Kaido, Koala y Sabo se sorprendieron, sí, pero no le dieron importancia. En realidad, les ayudaba tener a alguien que conociera el modo de actuar de ese hombre para poder planificar en consecuencia. "Todo el mundo viene de diferentes orígenes, buenos o malos, para intentar convertirse en las personas que son hoy", había dicho Sabo.

Law tuvo que esforzarse mucho para creer que esas palabras no iban dirigidas también a él.

También se habló de Barty y se reveló que había formado parte del Ejército Revolucionario durante todo ese tiempo. Las reacciones de los despistados no tenían precio, y el cirujano se preguntó si ése sería su aspecto cuando se enterara. Tenía que admitirlo, era bastante gracioso.

Aunque Law y Luffy sabían lo que se avecinaba, lo que no sabían era cómo el hombre había desaparecido del dormitorio de Luffy para infiltrarse en el escondite de Kaido. Y las cosas que aprendió allí. Y cómo tuvo suerte de escapar con sólo dos heridas de bala. Y cómo fue una coincidencia que Law le hubiera operado para salvarle la vida.

El grupo se tambaleó después de eso. Law aceptó sus cumplidos como un campeón, gracias, no era el único cirujano, pero hizo lo que pudo por el hombre. Koala hizo saber a todos que Barty estaba descansando tranquilamente en su cuartel general, y que no se preocuparan por él. Estaba a salvo y recuperándose rápidamente. Eso al menos les dejó un poco tranquilos.

Pero entonces la paz se esfumó cuando se sumergieron en los detalles de los hallazgos de Barty. Por qué Doflamingo estaba fuera la noche en que se incendió el Going Merry, y por qué Trebol tomó las medidas que tomó. Por qué el fuego fue tan grande e indiscriminado, matando incluso a Crocodile y Monet en el proceso. Cómo descubrió y confirmó que Kidd era un rehén. Cómo vuelven a pagar a la policía para encubrir todo el plan. Ante eso, Marco casi se estremeció de furia. Law no podía culpar al hombre. Es exactamente lo mismo que le pasó a él.

Los hallazgos de los Revolucionarios respondieron a muchas preguntas que tenía el cirujano, pero también hicieron crecer su rabia.

Poco después, Law empezó a relatar su versión de los acontecimientos que se desarrollaron aquella fatídica noche. Desde sus secuestradores, pasando por el hallazgo de la droga en la furgoneta, hasta el agente de policía que terminó por no ser de fiar. Los strippers del club también recordaron su versión de la historia, pues se habían peleado con los de seguridad mucho antes de que el local ardiera en llamas. Cuando inevitablemente surgió la muerte de Corazón, conectó las tres historias.

Law guardó silencio.

La conversación giró entonces en torno a la supuesta "charla" entre Luffy y Sabo durante el desayuno de aquella mañana. A juzgar por la ira que se reflejaba en el lenguaje corporal del rubio mientras Luffy glosaba su charla, estaba tan cabreado por todo lo ocurrido como Law internamente. Estaba jodido. Todo lo estaba. Law se alegra de no haber tenido que estar allí para verlo, porque escuchar todo lo que les había pasado puesto en perspectiva seguramente le haría girar la cabeza. Pero divaga, porque al menos los hermanos pudieron estrechar lazos una vez más, a solas. Sin duda, una experiencia insustituible.