𝓔𝓵 𝓬𝓪𝓫𝓪𝓵𝓵𝓮𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓻𝓸𝓼𝓪𝓼 ˢᵃˢᵘⁿᵃʳᵘ

⁀➷V "Encantado"

Luego de que Sasuke se fue Naruto siguió caminando hasta llegar a un árbol, allí se sentó y descansó.

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Al despertar ya se encontraba en su cama, no sabia como había llegado ahí, pero no le importo. Se levanto de su cama, y se fijó en su escritorio, había una carta con una rosa roja, puso la rosa roja en un florero y comenzó a leer la carta mientras caminaba en dirección al balcón...

✧༺Cuarta carta༻✧
╰┈➤❝Dejame verte, amor, escapa de tu cuarto, amor, no me dejes solo amor mío. ¿Por qué no sales un rato al balcon? Esos ojos oscuros te están esperando, están esperando volver a brillar, porque eso es lo que pasa cuando mis ojos te miran, brillan.
Tu, amor mío, eres mi luz, mi sol y mi luna, las estrellas te envidian porqué tu brillo no se compara al de ellas, pero no permitas que su negatividad te separen de mi, así que ven, mírame, y sonríe para mi, pequeño angel...❞

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Al leer la carta sintió su corazón siendo bañado con miel, por primera vez en el palacio podía sentir calidez.

Sin darse cuenta estaba sonriendo, era una sonrisa boba, enamorada...

Pero al alzar la vista, se encontró con esos ojos oscuros que lo perseguían a todas partes.

Así que al darse cuenta de que se trataba de su pesado guardia, lo miro mal y le saco la lengua, entrando a paso rápido y furioso a su cuarto. Sasuke solo sonrío con ternura.

―¡Hm... Engreído! ―se quejó el menor, guardando la carta en una caja de oro.

{...}

―¿Y, Sasuke? ¿Como te fue en tu primer día como guardia del palacio? ―preguntó el padre del pelinegro mientras con su tenedor pinchaba la carne de cerdo que yacía en el plato de madera.

―Pues... A decir verdad, bastante bien. Pensé que me tratarían como escoria, pero los reyes fueron muy amables conmigo, a pesar de ser de una clase mucho mas baja que la de ellos.

Sasuke y su padre charlaban mientras cenaban, pues en unas horas el de ojos oscuros volvería a su trabajo como guardia en el palacio, sin descanso.

Sasuke no era rico, para nada rico. Vivía en una casa de madera en el campo con su padre, ya que su madre había fallecido, y su hermano mayor había fallecido en la última guerra que tuvo el imperio, o eso creen, ya que luego de la devastadora guerra, que acabo con miles de vidas, no se supo nada sobre el.

El hombre mayor observaba a su hijo con preocupación, temía que acabaran decapitándolo por algún error. También le preocupaba el hecho de que trabajaba día y noche, tan solo para mantenerlos a ellos dos.

―Hijo... Sabes, no es necesario que trabajes tanto, debes descansar.

―Padre, lamento decirte que mientras yo trabaje en el palacio, nunca tendré descanso, a parte, esto es muy importante para nosotros. Desde que entre al palacio gano mucho oro. Pero no te preocupes, estaré bien... ―dió una última sonrisa y se fue otra vez.

{...}

El pelinegro entro por la puerta donde solían entrar los guardias, la puerta de atrás del palacio.

Camino por los limpios e iluminados pasillos. Hoy le tocaba vigilar la puerta del príncipe "Kira", ya que desde ayer a el le fue encargada su protección.

Tenía miedo, no hace mucho había empezado a trabajar, y tenía miedo, miedo de que lo mandaran a la horca por cualquier mínimo error.

Y aún peor era el hecho de que había visto por primera vez los ojos mas hermosos del planeta... Los ojos mas pacíficos y vacios en todo el imperio. Esos ojos que lo encantaron a primera vista. Era imposible escapar de ellos, ya que, los ojos de Naruto eran una adicción para Sasuke.

Todos los días a cada hora dejaba una carta expresando su amor al de menor estatura, con la intención de que sepa que no esta solo.

Sin poder evitarlo abrió la puerta de los aposentos del rubio, tan solo para verlo dormir. Pensó que no pasaría nada si lo observaba un rato. Pero, una fuerza extraña lo obligo a entrar y verlo mas de cerca, sus impulsos.

Ya parado a unos pocos metros del menor, observaba como su cabello, dorado y suave, se movia conforme él se acomodaba, sus largas pestañas descansar, su piel suave y palida, aunque no sabía por qué se veía tan palido, ha de ser porque estaba enfermo, no lo sabía. Solo sabía que no había nada mas inocente y puro que ver a Naruto dormir. Sin preocupaciones ni quehaceres.

―Eres lindo... ―dijo con el rostro embobado.

―L-lo se... ―respondió un sonámbulo rubio.

Al oírlo, Sasuke pego un pequeño brinco, y decidió que mejor debería irse.

Y así es que salió, dándole un beso en su frente como despedida, y por último, dejo una rosa sobre su almohada de al lado.

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Les gusto? Es algo simple y bastante aburrido, pero es que ya después se viene mas acción... solo esperen por favor.

★Byeeeeeeeeee3ee