♡ : FINAL

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—¿Qué? — Preguntó Jeongin, comprobando si había oído bien.

—No logré entrar. — Repitió Hyunjin, sin expresión en el rostro de ningún tipo.

—Oh, Dios mío. — Susurró Jeongin y puso una mano sobre su boca, las lágrimas ya en sus ojos, porque esto fue todo.

Salía hacia Colegio del Rey la próxima semana, solo. Y no había manera de que sus padres no se enteraran de ello eventualmente. Él comenzó a llorar con la idea de dejar a Hyunjin en Seúl, envolviendo sus brazos alrededor de su torso y enterrando su rostro en el pecho de Hyunjin.

—¿Ves? Esto es el por qué no debes ser optimista todo el tiempo. Consigues esperanzas y terminas decepcionado si las cosas no salen bien.

—¿Qué? — Preguntó Jeongin, confundido y miró a Hyunjin con los ojos vidriosos.

—Logré entrar.

—¿QUÉ? ¡Dámelo! —Gritó Jeongin, antes de tomar un paso atrás de Hyunjin y arrebatarle la carta de su mano.

Leyó sobre las primeras líneas en voz alta, para asegurarse de que lo hiciera correctamente.

—Estimado Señor Hwang, nos complace informarle que... ¡idiota de mierda! ¿Crees que esto es una broma? —Jeongin gritó y empujó el pecho de Hyunjin, casi derribándolo. —¿Casi me da un ataque al corazón y querías darme una lección?

—No nos olvidemos de lo que me hiciste en el día de los inocentes. — Dijo Hyunjin, pero Jeongin le interrumpió una vez más con un empujón en el pecho. —¿En serio estas tratando de luchar contra mí?

—¡No te rías de mí! ¡Estaba tan asustado!

—Debido a que te preocupas por mí. — Bromeó Hyunjin y los ojos de Jeongin se suavizaron, antes de recordar que se suponía que debía estar enojado con Hyunjin por engañarlo de esa forma.

—¡No importa! Estoy tan enojado y- — Jeongin continuó, levantando su mano para empujarlo de nuevo, pero Hyunjin atrapó sus muñecas en sus manos y tiró de él hacia su pecho.

—Pero vamos a Londres juntos. — Dijo en voz baja mientras le sonreía a Jeongin.

Jeongin se mordió el labio y Hyunjin tomó su rostro, antes de que Jeongin envolviera sus brazos alrededor del cuello de Hyunjin, besándolo.

—Vamos juntos a Londres. — Jeongin repite en su boca y Hyunjin asintió con la cabeza, presionando sus labios una vez más.

—Iremos juntos, bebé.

Ni siquiera podían besarse correctamente porque sus sonrisas eran demasiado grandes en sus caras, y Jeongin nunca había sido más feliz.

Hyunjin lo tomó por sus caderas, sus lenguas encontrándose una a la otra con facilidad. Jeongin jugaba con el pelo en la parte posterior del cuello de Hyunjin y él estaba a punto de levantarlo del suelo cuando escucharon que alguien tosía al lado de ellos.

—Oh. Hola, señora Choi — Dijo Jeongin, sonrojándose se alejó de Hyunjin.

—Ya te dije que me llamaras Jiwoo. Iba para el trabajo. Encantada de verte de nuevo. ¿Esa es la carta de la Universidad?

—Sí. — Respondió Hyunjin. —Logré entrar.

—¡Oh Dios mío! ¡Eso es increíble! ¡Salgo a las cinco hoy, así que podemos salir a celebrar! ¡Puedo comprar un pastel! ¡Puedo hacer un pastel! — Exclamó y levantó las manos.

—Adiós, mamá. — Dijo Hyunjin, avergonzado cuando ella le besó en la mejilla. Jeongin les sonrió, y eso sólo hizo que Hyunjin se sonrojara aún más de lo que ya estaba.

Bebé, el cielo está en tus ojos ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora