Ex Novio 🌼 YM

Empleo

Tal vez para todos los que sabían sobre su solicitud era bastante obvio que conseguiría el empleo pero para él aún era un poco difícil de creer. Lo fue cuando recibió la llamada que tanto estuvo esperando e incluso también lo fue cuando se encontró llegando al edificio junto a Yoongi quién con mucho entusiasmo le dijo que podían ir y venir juntos todos los días o al menos la mayor parte de ellos, si quería y se sentía cómodo con ello, por supuesto, y dentro de los mil pensamientos que Jimin generaba conforme observaba con asombro e impaciencia el interior del elevador que les llevaba desde el estacionamiento hasta la sala de juntas principal, se preguntó por qué razón Yoongi creería que podría llegar a incomodarle la atención que le daba. No era momento para tocar el tema pero hizo una nota mental para hacerlo más tarde y, aunque el intercambio de palabras durante su pequeño trayecto fue escaso, Jimin no dudó en tomar su mano y apretarla en un gesto cariñoso al mismo tiempo que le sonreía.

Tuvieron que separar sus caminos cuando el pelinegro le indicó la puerta por la que tenía que entrar para recibir las instrucciones, reglamentos y demás papeleo que seguramente le harían firmar, le deseó suerte y con un rápido y tímido pico en los labios -después de mirar en todas las direcciones posibles para asegurarse de que no hubiese nadie mirando- le prometió almorzar juntos cuando el descanso llegase.

Entonces le tocó caminar a través del último pasillo en soledad, detallando cautelosamente las paredes y ventanas. Se sintió un poco nervioso, no es que no considerase el teatro o la academia como trabajo real pero estar ahora en el majestuoso edificio le hacía sentir como si estuviese a punto de iniciar oficialmente su vida laboral. Era diferente, excitante y aterrador en partes iguales. Jimin quería hacerlo bien y no podía evitar que sus rodillas temblaran en anticipación.

Los primeros veintisiete minutos de la junta fueron un montón de normas y restricciones que pese a que ya sabía que al ser una empresa dedicada al entretenimiento tenían su razón de ser, creyó que eran un poco absurdas. En realidad, desde su punto de vista era bastante difícil romper alguna a excepción de la cláusula sesenta y dos, la cual especificaba que no se podía involucrar de forma romántica ni sexual con ningún miembro del personal -aunque Yoongi y él ya estaban involucrados desde antes de tener el empleo por lo que creyó no la infringía del todo-, Jimin no era del tipo de gay que gritaba su relación a los cuatro vientos para que todo mundo se enterase pero a esa altura de su vida tampoco le interesaba esconderse; anotó también en su lista de pendientes mental preguntarle a Yoongi cómo querían llevar su relación durante el trabajo aunque por el valiente beso que le dió a manera de despedida momentánea pudo suponer la respuesta.

Las manos le sudaron justo cuando los abogados le entregaron su respectivo contrato de confidencialidad. No era así como siempre imaginó se debía sentir tener uno sino que fue todo lo contrario. Ese pedazo de papel impreso mencionaba posibles demandas en caso de filtrar información no autorizada así como también las consecuencias que tendría de tomarse el trabajo como un puente para acercarse a equis o ye idol con alguna intención no laboral. La seriedad del momento le hizo tragar pesado y desear no haber desayunado.

Firmó muchas hojas, tantas que perdió la cuenta después de la quinceava y para cuando se le fueron entregadas las copias de sus contratos se encontró exhausto.

El ambiente cambió apenas le explicaron los beneficios que como empleado podía obtener, un par de descuentos en algunas tiendas, seguro médico, prestaciones, bonos y todos los incentivos que la empresa ofrecía según el desempeño que mostrase. Se le fue asignado su lugar de estacionamiento así como también las llaves de su propio cubículo, y, pese a que él sabía que pasaría el mínimo de tiempo ahí, le hizo ilusión tener su propio espacio.

Pocos minutos más tarde la puerta del lugar se volvió a abrir. Un hombre de unos treinta y tantos tal vez junto a un equipo de otras cuatro personas que se presentaron una por una haciendo reverencias a las cuales Jimin se cansó de corresponder. Si mencionaron sus nombres o no, Jimin no lo notó.