BORN TO DIE (billy x stu)

05

La noche completa había pasado, la noche tan revoltosa y llena de cosas varias para cada persona protagonista de Woodsboro, el sol se asomaba apenas en la ciudad dando un reflejo de luz hermoso, casi entregando paz a quien se levantara a mirar aquel amanecer,  y ahí estaba el alto, sin dejar que el sol le entregara tranquilidad, ya que su cabeza daba vueltas, no había podido descansar, apenas se había cambiado de ropa y había vuelto a salir vagando por las calles de la ciudad desde la madrugada, alzó la vista hasta el cielo y suspiró, recordando ciertas cosas del día anterior.

" – Stu... soy tuyo Stu.. – "

Rascó su cabeza levemente por la emoción que le creaba recordar esas palabras, la cuestión que le quitaba el sueño era  que deseaba con suma pasión que aquellas palabras reflejasen la realidad.

Y que ahora mismo no estuviera solo caminando, si no que con él a su lado.

¿Ésto cambiará algo?, ¿Estarás conmigo en frente de todos?, pensaba Stu.

Y como no quería quedarse con sus dudas solo, pensando una y otra vez sobre qué esto, qué esto otro, decidió cambiar el rumbo de sus pies hacia la casa de su Billy. Iba cómodo, con una camiseta justa blanca con diseños negros y una chaqueta del mismo color, al igual que lo demás, viéndose como siempre estilozo.

Las calles calmadas solo le recordaban a lo que sentía cuando miraba los ojos de aquel chico bajo con carácter y grandes habilidades para salirse con la suya, Stu sentía tantas cosas por Billy que tenía cierto miedo por las reales intenciones ajenas, sabía como era, y obviamente sentía que aquel chico era suyo, completamente...pero.. tenía dudas.

¿Por qué estar con Sidney?

Stu no estaba con nadie para aparentar.

Sidney tal vez era el problema, y ella los separaba de estar juntos.

¿Quién realmente tiene la culpa de que no estemos juntos?, pensó Stu.

Sus pasos se acercaban cada vez más hacia la propiedad de Billy ya divisando la  cerca blanca baja del jardín. Caminó por el camino medio de cemento hacia la puerta con el corazón a mil kilómetros por segundo, sentía una sensación tan extraña en él, lo que había pasado habia sacado sus sentimientos a flor de piel.

Tocó una vez, nada.

Tocó dos veces, nada.

– Ah... vamos Billy levantate.– susurró para sí mismo jugando con sus pies.

Pateaba el suelo suavemente, o solo daba un paso atrás, un paso hacia adelante, tratando de distraer su mente.

Una vez más tocó, ahora más fuerte.

Se escucharon unos pasos bajar las escaleras, y entonces supo que ya vendría a abrir la puerta, su querido Billy, ansioso por besarlo y aclarar sus dudas se arregló el pelo rápidamente tratando de peinarse, quería verse bien para él.

Pero no abrió la puerta Billy.

La madera se movió, dejando ver una cabellera castaña, unos ojos algo oscuros, una chica con algunas ojeras, una camiseta larga, y unos shorts grandes.

Stu quedó paralizado.

" Qué... qué, qué es esto, qué hace ella.." decía su cabeza.

– Stu Macher, ¿Qué se te ofrece? — dijo la chica con un leve tono de voz serio y alto.

Tragó saliva sin saber qué decir, cómo actuar.

– Sidney.... tú.. ¿Qué haces aquí? – finalmente habló tensando su mandíbula.