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Jisung miraba al ataúd frente suyo, con los ojos rojos e hinchados, su madre había muerto. Todos vestían de negro, incluso el.
Todos veían como enterraban aquella caja hasta desaparecer bajo la tierra. Jisung volteó hacía su derecha encontrándose con unos ojos cafés oscuros, tenía el cabello castaño y Jisung no pudo evitar mirar con confusión los puntitos marrones que decoraban la cara del otro niño.
Estaba escondido detrás de un árbol, asomando su cabecita.
¿Se había manchado con pintura?-Pensó Jisung mientras miraba con atención el rostro del niño, parecía un ángel, aquellas manchitas parecían estrellitas.
Un hermoso ángel.
Caminó hacía donde se encontraba aquel niño, tenía curiosidad por saber que eran aquellas manchas, estaba apunto de llegar cuando la voz de su padre le llamó.
El menor volteó rápidamente para encontrarse con su padre yendo hacia él. Cuando volteó el niño ya no estaba.
El ángel se había ido.
Miró a través del árbol y vio un collar con un dije en forma de estrella, lo tomó y lo guardó en su bolsillo.
Sabía que talvez no lo volvería a ver así que guardó la imagen de aquel niño en su mente.
Su padre lo cargó y lo llevó de nuevo a donde su madre estaba. Toda la tarde se quedó pensando en ese niño.
"El niño lindo con estrellitas en su rostro"
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