Capitulo 35
Cuando salió de casa se encontró con que Samuel también iba de salida. Él al verla se detuvo en la entrada de su casa a esperarla.
—¿Vas solo a la escuela?
—Desde que Clara no está–Explico. Chisto, fastidiado– Papá se va muy temprano, prefiero dormir un poco más e irme a pie.
—Eres un flojo– Dijo ella y comenzaron a caminar juntos.
Se escuchaba el bramido de los árboles con el viento, o mejor dicho, el susurro. El sol con su luz matutina daba vida a los colores de la calle. Ella notó su uniforme, un chaleco de algodón rojo sobre una camisa blanca como la leche, unos zapatos negros, clásicos y brillantes y su cabello peinado para verse decente. Se veía muy de escuela privada. Ella en cambio usaba tenis, se peinaba como quería y vestía un común pantalón azul marino con una camisa desteñida que ni siquiera se molestaba en meter dentro del pantalón.
Él le estaba contando sobre la llamada que le había hecho el día anterior su ex niñera. Al parecer había vuelto a su pueblo, y ese mismo día se comprometió con un hombre al que no veía en cinco años ¡Lastima! ya no podría obtener postres eternos al emparejarla con Julio. A Ly le pareció suertuda por evitarse un dolor de cabeza.
—Bien por ella. Está loca, pero bien por ella.
—Siento que perdí a otra hermana mayor –Se lamento– Y ahora ¿Quien me va a regañar?
—Si quieres puedo hacerlo yo.
—Ok, pero ¿También haces cupcakes de chocolate?
—Olvídalo.
Samuel soltó un gran suspiro abatido, y luego noto aquella frase.
—You are the Shepherd of my soul– Leyó con dificultad–¿Que significa?
Ella se mostró confundida hasta que entendió que estaba leyendo las letras en una chapa colgada en su bolso que le había regalado Gustavo.
—Eres el pastor de mi alma– Explicó y entonces decidió agregar– Es la letra de una canción.
Sam pensó en ello un momento.
—Eso suena como una canción cristiana– Observó.
—Soy cristiana– Y se encogió de hombros.
Samuel miro a Amberly como si no le creyera nada.
—¿Que? ¿Desde cuándo?
—No lo se... Tal vez desde que me explicaron la razón por la que Jesús se entregó a morir en la cruz. Creo que desde ese momento... Soy cristiana– volvió a encogerse de hombros.
Samuel necesito un instante para procesarlo, para creerlo. Estaba admirado, era ciertamente algo que no esperaba... Pero bueno, le habían ocurrido muchas cosas "inesperadas" desde que había comenzado el año, y al fin una era del todo buena. Muchas veces de pequeños Rosa intentó que Ly los acompañara a la escuela dominical pero sus padres no la dejaban. Así mismo aún recordaba aquella discusión entre Julio y Rosa dónde él hizo varias declaraciones que hicieron a su hermana llorar más tarde en su habitación.
Rosa no era intelectual ni la mejor en ciencias, apenas sobrevivía en biología y física, ni tampoco andaba por ahí pensando mucho en filosofía, en historia o en lo raro que era el mundo. Su fe era sencilla, pero sincera. Por eso cuando el más joven julio la asalto con tanta preguntas, con un tono terriblemente incisivo, no supo dar respuestas a muchas de ellas. Todavía recordaba la expresión constipada y los surcos de agua en el rostro de Rosa, y como sintió el instinto de protegerla, de ir hacia Julio y pisarle el dedo pequeño del pie. Sin embargo Rosa no fue conmovida, por qué había fijado sus convicciones sobre una roca y no sobre la arena, descanso en la sabiduría de Jesús, el buen pastor de su alma, y dejo todas sus preguntas a sus pies.
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Gracia
Ficção AdolescenteSegún ella, la vida no le estaba dando más opción que ser lo que era. Una desencantada adolescente, malhumorada y sin sueños ni ánimos para el futuro. Cuando conoce al chico nuevo, que parece ser aficionado a su banda favorita -esa que marcó su inf...