Aventuras en dystopia. [Serie Dystopia #1]

Capitulo 18. Abandono.

Las festividades en el majestuoso Palacio de Zenithar habían llegado a su fin, dejando una huella profunda en Destiny. Durante esos días, había sido testigo de las luchas internas de Janna, quien a menudo sucumbía a la melancolía, exacerbada por el exceso de alcohol. Destiny se sentía impotente, deseando con todas sus fuerzas poder ofrecer algún consuelo a su amiga en esos momentos de oscuridad.

El día de su partida, Arthas, con su habitual cortesía, se despidió personalmente de Destiny, mientras Janna expresaba su asombro por la influencia que Destiny había ejercido en el palacio. Incluso la reina había quedado tan impresionada que consideró la posibilidad de un arreglo matrimonial con su hijo, una idea que Destiny rechazó de inmediato.

"Ya he tenido una experiencia con un arreglo matrimonial, y no fue fácil," explicó Destiny, revelando cómo había protegido a su familia de un intento de asesinato, un evento que marcó un antes y un después en su vida.

De regreso en la academia, las hazañas de Destiny en Zenithar se propagaron como la pólvora, generando un torbellino de rumores y expectativas. A pesar de la curiosidad y admiración que despertaba entre estudiantes y profesores, Destiny prefería mantener un perfil bajo, asegurando que su encuentro con el príncipe Arthas había sido su primera y única interacción.

Sin embargo, la creciente fama de Destiny en la academia se convirtió en un arma de doble filo. Por un lado, recibía miradas llenas de respeto y admiración, pero por otro, su vida diaria se veía cada vez más afectada. Encontrar momentos de tranquilidad y privacidad se había vuelto un desafío en sí mismo.

Sylvana, con su habitual sentido del humor, bromeó sobre la situación: "Debe ser agotador ser tan popular, ¿no es así, Destiny?" comentó con una sonrisa cómplice.

Destiny, agobiada, respondió: "La fama no siempre es tan glamorosa como parece."

Mientras tanto, la vida en la academia seguía su curso. Entre los eventos deportivos y académicos, Destiny y Zephir se esforzaban por mantener el equilibrio y la justicia. Con la llegada del final de enero, se anunció el gran festival de finales de marzo, un acontecimiento que prometía ser tanto un reto como una oportunidad para todos los estudiantes.

Durante un almuerzo con Kieran, la conversación giró en torno al festival. "Darius está decidido a ganar este año," comentó Kieran, mordisqueando un sándwich. "Con el equipo que tenemos, hay posibilidades, pero muchos no se lo toman en serio."

Destiny reflexionó sobre la competencia entre los gremios de la academia. "Es una lucha constante entre los poderosos y los marginados," dijo.

Kieran asintió. "Es cierto. No somos los favoritos, pero tal vez este año cambien las cosas."

Con la mirada perdida en el horizonte, Destiny comenzó a idear estrategias para el festival. Sabía que era la oportunidad perfecta para demostrar sus habilidades y fortaleza.

En la próxima reunión del consejo, Janna desplegó una tabla con los nombres de los participantes en el festival. La lista incluía a siete miembros destacados de cada gremio, encabezados por figuras respetadas como Janna, Garruk, Zephir, Markus, Malik, Thalara y la propia Destiny. "Debemos mantener el nombre del consejo en alto," enfatizó Janna, marcando el inicio de una nueva etapa de preparación y expectativas.

Destiny deambulaba por los intrincados pasillos de la Orden, sumida en un torbellino de pensamientos. Había permitido que algunas oportunidades se desvanecieran a propósito, con la esperanza de que se abrieran puertas más grandes y desafiantes en el futuro. Sin embargo, una inquietud persistente crecía en su interior. A pesar de los triunfos y logros que habían marcado su camino, sentía un vacío, un anhelo profundo por algo más grandioso y trascendental. No era tanto el hecho de que Arthas se hubiera llevado el crédito por una de sus ideas lo que la perturbaba, sino el estar constantemente a la sombra de Janna, una figura cuya presencia eclipsaba la suya. Mientras recorría los majestuosos corredores, su mente no dejaba de analizar las decisiones que la habían llevado a este punto.