—Agradece que no presentaremos cargos, niña.
Apreté los barrotes de la celda, el metal frío y rugoso se clavaba en mis manos, y la ira bullía en mi interior. Solté un suspiro de frustración y le di una patada al metal antes de dejarme caer al suelo.
—Baja los humos, princesita —bufó el policía detrás de su escritorio, un hombre rechoncho que se creía que tenía autoridad sobre mi vida—. ¿Quieres que lo reconsideremos y te pongamos una multa?
En ese momento, el policía que me arrestó entró acompañado de MinHee. El policía se acercó al otro idiota que estaba sentado en su redonda silla la cual apenas soportaba su peso. —Es el hermano de la chica.
—¡HeeJin! —exclamó, con la voz cargada de decepción—. ¿Qué mierda has hecho?
Saqué la cabeza de entre mis rodillas y miré al policía con ojos llorosos. Me sequé una lágrima fingida, adoptando el papel de víctima.
—La encontramos en una carrera ilegal de coches —informó el policía—. Aunque al parecer solo era espectadora, pero en esas cosas siempre se suele apostar ilegalmente.
—¿Có-como?
—Ya les dije que yo solo estaba de paso, ni siquiera sabía que era una carrera ilegal —lloriqueé, con la voz entrecortada—. ¡Solo miraba!
Los dos policías intercambiaron miradas incrédulas, pero al no tener pruebas, finalmente el policía resopló y abrió la celda.
—Precisamente por eso no presentaremos cargos, pero espero que el rato en la celda te haya servido para reflexionar —gruñó el idiota mientras me dejaba salir.
—La próxima vez, no te acerques a esas cosas niña. —Me dijo el policía amable mientras dejaba un pequeño golpe en mi cabeza. Yo asentí con la cabeza mientras comenzaba a secarme las lágrimas de cocodrilo.
MinHee y yo salimos de la comisaría en completo silencio y nos dirigimos a su coche. El aire fresco de la madrugada me golpeó el rostro, pero no tuve tiempo de disfrutarlo; mi hermano no tardó en explotar.
—¡Es la primera y última vez que vengo a estas horas para sacarte de la comisaría! ¿Entendido? —Me miró con furia contenida—. ¿Qué dirían nuestros padres si se enteran?
—¡Oh, vamos! No es para tanto MinHee. —Le resté importancia y simplemente encogí los hombros, avanzando hacia su coche.
—¡¿Qué no es para tanto?! —exclamó, exasperado—. ¡Por dios, HeeJin, tus amigos te están arrastrando al desastre!
Ignoré sus palabras.
—¡Lee HeeJin, te estoy hablando! —MinHee comenzó a seguirme.
—¡Deja de llamarme así! Me irrita mi apellido.
—Pues es el apellido de nuestros padres. No voy a llamarte de otra manera como hacen los idiotas de tus amigos y el imbécil de tu noviecito.
Yo me giré en dirección a MinHee, mirándolo seriamente. —No metas a ninguno de mis amigos en esto. ¿entendido?
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❝Feel the POP❞ | Shen Ricky
Roman pour Adolescents❝Todos los problemas de Lee HeeJin, o como ella se hace llamar; Jeon HeeJin, están comenzando a salir a la luz y por suerte o por desgracia no cuenta con el apoyo de su familia y sus hermanos, los cuales creen que la causa de su actitud de "chica pr...