Capitulo 2

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Un bufido más es resonante en aquella habitación teñida de morado. Jennie había perdido la cuenta de cuantas veces ha contado las estrellas colgadas alrededor de su techo. 5, 6 o 7 si aun es capaz de contar aquella qué yace al rincón pero que a perdido su color y luce opaca, intenta no prestarle atención pero ese pequeño ardor en su pecho vuelve como todas esas veces a oprimirle y hacerle sentir ganas de llorar. No sabe por que últimamente sus días parecen tan rutinarios o el simple hecho del por que no pude dormir por las noches y se concentra en ese manga qué no puede dejar de leer.

Quiere pensar que es por que esta casi a finales de sus parciales y la navidad se acerca o simplemente quiere creer que es así de normal pero a sus 21 no puede imaginar que la vida sea tan monótona en donde lo único que hace es acudir a la universidad y pasar 5 horas soportando jóvenes que parecen de cinco años y lo único que logran es irritarle, solo desea qué las vacaciones se asomen pronto y pueda refugiarse en la seguridad y comodidad de su suave cama, tal vez invernar como un oso le ayudara a borrar todos esos pensamientos negativos.

Se reincorpora de su cama y deja un bufido más antes de ponerse de pie y observar aquel vestido qué su hermana habia elegido para ella.

¿Cena familiar?
Piensa, mientras se lo coloca, suspirando agotada mientras es incapaz de recordar cuando fue la última vez que ceno con su familia. Todos eran muy individualista, sus padres viajaban la mayor parte del tiempo justificando su ausencia en dinero y en lo poderoso e importante que es ser una de las familias más ricas de seul.

Sus hermanas, incluso si las tres eran similares, realmente eran demasiado diferentes, ruby era demasiado alocada, lo único que le preocupaba era lucir bien, tener un ultra ego y sobregirar las tarjetas de crédito de la familia, se la pasaba de bar en bar con todos sus amigos y besando a desconocidos, Jane por su parte era demasiado disciplinada, la mayor parte de sus días se la pasaba en la biblioteca estudiando para cuando se gradué o simplemente paseando por alguna museo con su novio seokjin, el niño rico de la familia kim.

Pero jennie, ella era la poco mencionada de los pasillos, ambas hermanas siempre destacaban, pero jennie ella era poco notoria por los demás, incluso en varias ocasiones es capaz de creer que si no fuera por sus hermanas, nadie en el colegio se fijaría en ella o sabria de su sola existencia, así que suspira observando el espejo mientras luce aquel vestido negro con perlas blancas.

¿Por que cosas como esas duelen?
Se pregunta mientras lleva una mano a su pecho sintiendo su cuerpo oprimirle.

No quería ser popular, claro que no, incluso la atención a veces le asustaba, era demasiado fría para entablar una platica con alguien y las pocas veces que intento hacer amigos aquellos acabaron haciendole daño, así que no entiende cual es su problema, por que los demás la miraban como si fuese algún tipo se bicho raro pero a sus hermanas eran capaces de besarle los pies, incluso si no parecia importarle en un principio aquello poco a poco le fue abrumado.

—¡Oh!—aquel chillido le sobresalto, haciendole girar para encontrarse con los ojos brillantes de su hermana jane. —Mi hermosa jennie, luces increíble..—dijo caminando hasta ella. —Aunque si te acomodaras el cabello de este lado y usaras...

—Jane, Basta —Dijo alejando a su hermana de ella, tomando asiento en la orilla de su cama mientras intentaba colocarse sus zapatillas.—Solo es una cena...

—Tienes razón..—Murmuro su hermana, caminando hasta ella, tomando asiento a su lado.—Es solo una cena en donde estarás con tus padres qué no has visto durante cuatro meses, casi nada —Burlo, logrando que la castaña revirara los ojos.

—No es la primera vez, ellos siempre hacen lo mismo —Dijo, terminando de abrochar sus zapatillas.—Ya deberías estar acostumbrada.

—Yo se, lo sé jen —susurro. —Pero son nuestros padres, siempre hay que ponernos contentos de verlos, ¿No? —Le dedico una tierna sonrisa, mientras tomo uno de sus broches y lo coloco en el cabello de su hermana.—A todo esto...—La castaña le observo atenta.—¿Como estas? —Aquella pregunta hizo qué el silencio en la habitación se hiciera presente, logrando aquel aura de incomodidad. —Supe que-

Trillizas Kim [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora