Jake llegó a las 9 de la mañana al departamento de su amigo Heeseung, no había nadie cuando llegó y se percató de que había más cosas que antes.
Parecía ser que al final Sunoo si se había mudado completamente con él.Caminó hasta las puertas del balcón y pude ver desde ahí cómo estaba Sunghoon al frente de la calle pensando si cruzar o no.
Se veía adorable.
Ya quería volver a besar sus lunares, todos y cada uno de ellos.Aún era temprano por lo que volvió adentro y reviso la orden de desayuno que había programado desde ayer. Todo salía conforme al plan.
¿Que habría impulsado a Sunghoon a mudarse por aquí?
Que recordara, tenia ofertas en otros lados, tal vez consiguió una aquí y estaba siendo ahorrativo al vivir en un lugar tan pequeño. Eso tenía sentido.
Se sentó en el sofá, era diferente al que había visto hace unos días, quizá Sunoo lo había cambiado al mudarse, logro que Hee cediera ante muchas cosas, salvo una.No iría a la oficina hasta más tarde por lo que saco la tablet del trabajo y comenzó la ardua tarea de recordarle su agenda a Jay, escribir algunos memos y asegurarse de cobrar sus favores.
3 depósitos en menos de 10 minutos, comenzó la mañana muy abundante.9:45 de la mañana
Tenía el desayuno listo en el balcón, el sol resplandecía bastante y al aire era casi imperceptible, miro hacia abajo y noto que Sunghoon no estaba, si cruzo la calle estaría aquí en unos minutos.
No sabía que pasaría después de comer solo sabía que tenía mucha hambre desde la última vez que estuvo con él.Tocaron la puerta a los 3 minutos, si que era demasiado puntual, tal como lo recordaba.
Tomo el picaporte, una vez abrió la puerta el olor del shampoo de Sunghoon lo invadio, hierbas finas.
Se le salió una sonrisa, una que descubrió cuando comenzó a enamorarse de Sunghoon sin siquiera darse cuenta y se desvaneció casi al instante cuando este le preguntó abruptamente- ¿Que somos? -
Ahora el sorprendido y sin palabras era él.
- Jake, ¿Que somos? - se lo pregunto otra vez.
Atacado era poco para lo que sintió Jake en ese momento pero no dejaría que alguien más controle esta situación más que él. Se hizo a un lado para indicarle que pasará.
- El desayuno está listo Hoonie -
Vio cómo Hoon se ruborizó y notó cómo su rostro parecía confundido.
- Son tus favoritos, Benedictinos-
Parece ser que funciono porque Sunghoon entro con cautela, casi con miedo de romper algo y se detuvo a los pocos pasos, Jake tomó eso como una señal para tomar su mano y llevarlo hasta el balcón.
Sentir su mano de nuevo era como tocar el cielo, uno tan cálido como esa mañana.
Lo llevo hasta el balcón mostrándole todo lo que tenia listo, fruta, jugo, pan recién horneado, benedictinos, granola, café caliente e incluso vino espumoso.Esto no era lucirse, Jake comia así todos los días, excepto cuando había reuniones en la mañana con Jay o alguna salida de negocios, también el tiempo qué pasó con Sunghoon cuando se conocieron.
No era retomar los viejos tiempos sino hacer unos nuevos, unos recuerdos mejores que perduren a lo largo de los años.
Jake quiso abrirle la silla, extrañamente ancha, pero Hoon al ver sus intenciones se sentó antes, no quería caer más ante sus encantos, esos por los que en sus sueños recordaba una y otra vez, repetirlos hasta que todas las canciones de amor se sientan que se inspiraron en ellos, en su historia...esta historia inconclusa y aparentemente unilateral.- Jake...- dijo Sunghoon rompiendo el silencio.
Jake tomó la jarra caliente y vertió un poco de café y leche en la taza de Hoon.
- ¿Todavía tomas 3 de azucar? - pregunto algo seductor.
- Ahh si pero...- Sunghoon dijo casi en un susurro mientras veía como lo preparaba, era casi perfecto, podría serlo si tan solo estuvieran juntos.Le acerco su taza para después prepararse el suyo, antes de darle el primer sorbo le sonrió a Hoon elevando su taza y brindando:
"Por volvernos a ver"
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It wasn't me
FanfictionEsta es mi catarsis romántica. Escribir lo que significa el amor, como lo viví, como lo sueño y siento todos los días es todo lo que necesitas saber. Casi nada es ficción. Los regalos, las salidas, los encuentros e incluso lo más doloroso pasó tal y...