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Ran Haitani.
Narrador.

Las luces del amanecer chocaban con fuerza contra su rostro, sus cejas se arrugaron junto con su nariz se empezó a remover un poco en la cama para abrir sus ojos. Al lado suyo no había nadie estaba completamente solo, pero el olor a omega no se iba... estaba seguro que marcó a alguien y necesitaba hallarlo porque si lo hizo, ese omega tendría a su cachorro dentro de él.

-Carajo...- Se levantó de la cama y tomó su pantalón que estaba en el piso, la puerta fue abierta de una patada viendo a su hermano menor que lo señalaba con acusación y con los ojos entrecerrados.-Que descuidado eres... mira cómo está tu habitación, vete a la ducha ahora, el desayuno está listo.- Le saco la lengua y cerró la puerta. El bicolor negó con la cabeza y se metió a la ducha bostezando. Unos 30 minutos después ya estaba bañando y vestido, empezó a bajar las escaleras para ir al comedero donde todas las miradas se posaron en el, su ceño se frunció un poco al no ver al peli-rosa ahí, más no le tomó importancia y se fue a sentar con su hermano a comer con tranquilidad.

-¿Donde está sanzu?, tenemos reglas acá.- La fría y seca voz del líder se hizo presente en la mesa al no ver a su mano derecha, miró a Kakucho en busca de explicación alguna, su rostro mostraba enojo al no verlo ahí. -Sobre sanzu, ah... se siente muy mal jefe, dijo que le llevaría su reporte en la noche.-Sano frunció el ceño y terminó asintiendo para negar con la cabeza. El Haitani mayor comía en silenció, sentía algo en su pecho más no sabía que quería decir. Su pierna se movía de arriba a bajo, terminó de comer y se retiró para ir a la oficina, pasando por la habitación del oji-esmeralda, oyó cómo tenía una discusión con su hermano mayor takeomi, iba a entrar hasta que oyó cómo el peli-rosa sollozó un "omi, tengo miedo." Se quedó algo extrañado ya que esos dos se odiaban más siguió su camino, cierta incomodidad se empezaba a notar en su pecho.

-Que mierda me está pasando... ese estúpido porque me preocupa...?.- Arrugó su entrecejo con asco y se sentó en la silla del escritorio empezando a hacer el papeleo que tenía pendiente, últimamente tenían mucho trabajo y entre más rápido mejor, más rápido se larga de fiesta, pero ahora tenía que tener cuidado ya que había marcado a alguien, tampoco quería hacerle sufrir un dolor tan fuerte como es que tú Alfa marque a alguien más.

Sanzu haruchiyo.
Narrador.

Sus manos tenían aquella prueba de embrazo, su cuero temblaba por completo, mala idea haberse drogado y terminado en la cama del Haitani mayor, con un embrazo y una marca, sentía como su respiración se agitaba por completo, fue muy descuidado, la puerta de la habitación se abrió dejando ver a su idiota hermano quien lo veía con preocupación. -Haru... ¿te sientes bien?, hitto dijo que te sentías muy mal.- Eso no te importa.. lárgate.- Soltó con agresividad soltando un gruñido molesto, su hermano lo conocía muy bien, lo miraba de arriba a bajo viendo cómo su cuerpo temblaba lentamente y sus ojos estaba vidriosos.- Haruchiyo.- Omi, tengo miedo..- Levantó aquella prueba de embrazo a dirección de su mayor y empezó a sollozar cuando este lo rodeó en un abrazo fuerte y cálido, jamás pensó recibir un abrazo así de él su cuerpo temblaba en brazos del mayor mientras sus lloriqueos se hacían más altos, la puerta fue bruscamente por el líder de aquella organización. Sano manjiro, miraba todo con el ceño fruncido, atrás de él estaba una omega peli-negro que se acercó al omega de ebras rosas, apartó al Akashi mayor y tomó entre sus manos el rostro del de cicatrices.- Haru tú... oh por Dios.- Abrazó con fuerza al omega, este conocía sus traumas que tenían, el alfa peli-blanco se acercó y le quitó la prueba de embarazo para verlo fijamente. Tenía miedo que algo le pasara a sanzu, era como un hijo para el. Su omega veía al peli-rosa como un cachorro que debía proteger a capa y espalda por lo cual él empezó verlo de la misma manera. Tomó el rostro del omega y limpio aquellas lágrimas que manchaban sus mejillas, era obvio que tenía miedo, ahora solo necesitaba saber quién carajos dejó en cinta a su pequeñito.- ¿Quien fue?, sanzu no me hagas repetir las cosas dos veces.- Ran....- La habitación quedo en un completó silencio, la cara de manjiro era un gran poema, estaba furioso. Y no hablar de takeomi que terminó apretando con fuerza sus puños.

-¿El lo sabe?, haru-Chan..-El omega negó,"No le digan nada... yo se lo diré cuando me sienta preparado.. o el se está cuenta cuando marque a alguien más." El enojo en ellos era evidente más respetaban la decisión del omega.

-Esta bien, pero hazlo rápido.- El de ebras blancas dio por finalizado esa conversación.

Embarazo en bonten. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora