HEAVEN || Hyunlix✔

09

Felix miró a los ojos oscuros de Bang Chan y los dos se quedaron solos en medio de una lámpara encendida. El pasó la mano a lo largo de su mandíbula y su piel se estremeció al tacto. Puso sus manos sobre sus hombros, podía oler el aroma sensual de su colonia Moonlight Seducción. Era un olor dulce y romántico.

Le gustaba tanto que tenía una botella en su cuarto de baño. Con una sonrisa, apoyó la cabeza en su hombro y dejó escapar un profundo suspiro.

—Estoy muy contento de haber llegado a pasar la noche contigo —dijo Chan , su voz grave retumbaba.

El se echó hacia atrás y miró profundamente sus ojos.

—Quiero besarte tanto en estos momentos. —Su voz era ronca.

—¿Qué te detiene? —El batió sus pestañas. Honestamente, nunca había sido besado antes, pero estaba ansioso por sentir sus labios contra los suyos.

El hombre dejó escapar un gemido ronco y apartó el cabello de su cara. Se inclinó y sus labios se encontraron con los de el. Su boca era todo consumir y hambrienta, tomándolo por todo lo que valía la pena. La abrazó contra él con tanta fuerza que el aliento se escapó de sus pulmones y se mareó de la explosión de emociones que lo superaron. Sí, pensó mientras él lo abrazó. Esto se siente tan bien. El beso era duro, casi era una explosión del calor volcánico que se sobrepuso a sus entrañas. Por lo menos hasta que algo le hizo cosquillas en la garganta y comenzó a toser.

El se apartó del hombre de sus sueños, aún quieto. Chan lo miró sorprendido, y con un poco de repulsión.

—Yo... lo siento... —Tosió.

Cuando tosía de nuevo —sonaba como un anciano asmático— sus ojos se abrieron de golpe. No estaba con el hombre de sus sueños, después de todo. Estaba tumbado en la cama agarrando una almohada. La necesidad de toser no fue solo en el sueño. Tosió de nuevo y una pluma mojada salió volando de su boca y cayó en su mano. ¿Pluma? ¿Por qué diablos hay una pluma en mi boca? Miró a su almohada y vio que estaba manchada con saliva. De repente, la realidad golpeó.

Acabo de tener una íntima sesión de besuqueo con mi almohada.

Disgustado consigo mismo, lanzó la almohada a la pared y tiró de las mantas sobre su cabeza. Si Hyunjin se las había ingeniado para ver lo que acababa de hacer, nunca oiría el final de ello.