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Felix despertó a la mañana siguiente, observado por dos lunas brillantes flotando sobre el. ¿Dos lunas? ¿Desde cuándo la Tierra tenía dos lunas? Por último, se dio cuenta de que un hombre estaba de pie encima de el.

—¡Despierta, idiota! —gritó el hombre hermoso.

La confusión de la mañana se evaporó en un instante. Era Hyunjin, el peor ángel del mundo.

 ¿Cómo pudo haber pensado que era atractivo siquiera por un momento? Se sentó de golpe y lo miró.

—¿Qué estás haciendo en mi habitación? —Había cerrado la puerta la noche anterior.

—Ayudándote —dijo—. Alguien se olvidó de activar el despertador anoche. Solo falta media hora para que tengas que reunirte con tus clientes y te ves como si hubieras estado en una pelea con un oso grizzly.

—No de nuevo —dijo.

—¿No de nuevo? ¿Olvidas poner la alarma todo el tiempo? —gruñó Hyunjin—.Realmente me quedé atascado con un idiota.

Si tuviera más tiempo, habría argumentado. Por desgracia, a el le agradaba la clienta con quien iba a reunirse hoy y no quería hacerla esperar. Se dirigió a su armario, pero se detuvo cuando algo le fue arrojado a la cara.

—¿Qué diablos es esto? —Le tendió una pieza extraña de ropa.

—Un traje—dijo.

—Y me pondría eso, ¿por qué? —preguntó—. Me pongo trajes de negocios para reuniones con clientes.

—Los trajes de pantalón que te pones esconden esas buenas piernas tuyas — dijo—. Estoy tratando de meterte en el hábito de vestirte bien.

—¿Eres un ángel y me estás diciendo que muestre mis piernas? —preguntó.

—No te estoy diciendo que te vistas como Miley Cyrus. —Él rechinó los dientes—. Solo quiero que te veas un poco mejor. Tampoco hago milagros.

—Me visto muy bien—le espetó.

Hyunjin miró fijamente a su pijama a cuadros holgada.

—Me visto cómodamente, ¿de acuerdo? —dijo.

—Solo usa ese traje—dijo.

—Tú y Jisung deberían formar un club —dijo—. El me hace esto todo el tiempo.

—He visto la ropa que Jisung quiere que uses —dijo—. Ni yo te obligaría a esos.

Ceñudo, miró el material. El traje era bonito, pero no era el. No podía creer que tenía que llevarlo puesto.

—¿Vas a cambiarte o qué? —preguntó con impaciencia.

—No contigo en la habitación. —Señaló hacia la puerta.

—Oh. —Incluso él se sobresaltó—. Sí. Probablemente debería irme. Aunque no es como si no te hu...

—¡Sucio acosador!

—... biera visto cambiarte antes.

Después de cerrar la puerta, se le quedó mirando, respirando pesadamente.

¿Hyunjin lo había visto cambiarse? Él no parecía perturbado por el, pero... pero... oh hombre. Su cara quemaba. Se sentía lo suficiente asqueado como para vomitar hasta sus propios intestinos.

—No escucho el sonido de la ropa. —Hyunjin dio unos golpecitos en la puerta.

El se llevó la mano al pecho, como si pudiera ver a través de la pared. ¡No podía creer que lo había visto desnudo!

—Debo matarlo —murmuró en voz baja, y luego dijo más fuerte—: Voy a cambiarme. Deja de gritarme.

¿Era un pecado matar a un ángel? No decía nada al respecto en la Biblia. Si Dios había trabajado con Hyunjin antes, seguramente él entendería su deseo de envolver los dedos alrededor de su cuello.

Espera un segundo. Estaba siendo ridículo. Él no era un ángel. Era un hombre. Y matar a un hombre era un pecado definido. Dejando escapar una cadena de maldiciones de un kilómetro de largo, se quitó la pijama y se puso el traje negro. La tela se aferraba a cada curva y detestaba eso. No tenía una figura horrible, pero prefería la ropa holgada que le permitía un poco de espacio para respirar.

Por desgracia, cuando se miró en el espejo, se dio cuenta de algo. Lucía fantástico en el traje. Estúpido Hyunjin. ¿Por qué tenía que tener un gusto impecable en la ropa también? Pisoteó hasta la puerta y la abrió. Hyunjin estaba esperando en el umbral.

Cuando el chico silbó en apreciación, no pudo mirarlo a los ojos.

—Te ves bien —dijo—. Mi gusto es perfecto, como siempre. 

Tuvo que luchar contra el impulso de gruñir.

—Vamos —dijo.

—¿No vas a cepillarte los dientes o algo? —preguntó.

—Encontraré tiempo más adelante —dijo, dirigiéndose por el pasillo—. No dejaré a la cliente esperando.

Hyunjin siguió a su lado. Desafortunadamente, el podía sentir su mirada ardiente. El hecho de que lo había visto desnudo y vulnerable mientras se cambiaba de ropa era repugnante. Lo peor fue que hubo un montón de veces cuando hacía cosas raras cuando pensaba que nadie estaba mirando. Apenas la semana pasada había corrido por el apartamento cantando desnudo Love Feels Good de FASL a todo pulmón. ¿Había visto eso? El color desapareció de su rostro.

—¿Qué pasa? —Hyunjin le tocó el brazo.

—No me toques. —Le dio un golpe con su bolso.

—¿Qué es lo que te pasa? —preguntó Hyunjin.

—Eres un cerdo. Una bola de baba. —Lo miró—. Déjame en paz.

Antes de que pudiera decir algo más, salió corriendo de su apartamento.

HEAVEN || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora