CAPÍTULO 10

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Ho ho ho

Debido al pequeño número de estudiantes, a excepción de Qi Linqing, todos demostraron que realmente no querían aprender Tai Chi, y el maestro les enseñaba de forma muy descuidada

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Debido al pequeño número de estudiantes, a excepción de Qi Linqing, todos demostraron que realmente no querían aprender Tai Chi, y el maestro les enseñaba de forma muy descuidada.

A mitad de la lección, el profesor permitió que los alumnos se movieran libremente.

Qi Linqing originalmente pensó que podría aprender algo de la esencia del Tai Chi, pero no esperaba aprender ni siquiera lo básico.

El clima en marzo comenzó a ser más frío que en primavera. El sol brillaba intensamente, derramándose ferozmente sobre la pista rojo marrón del patio de recreo.

A lo lejos se oía el ruido de un avión que surcaba en el cielo a baja altura.

Se agachó para recoger su termo de los escalones, desenroscó la tapa y bebió dos sorbos de té caliente, luego caminó despacio hacia el salón de clases.

Por el camino, Qi Linqing también pudo escuchar a varios compañeros de clase que pasaban discutiendo cosas sobre Zhong Chen.

"¡¡El hermano Zhong era tan genial disparando flechas hace un momento!!"

"Como hombre, casi me conmueve".

"Es muy bueno en el baloncesto, pero nunca imagine que acertaría todos los centros rojos en el tiro con arco..."

"¡¡Síganlo bien de ahora en adelante, con el hermano mayor protegiéndonos, el futuro no tiene límites!!"

La imagen de Zhong Chen como matón escolar despiadado y de pocas palabras ha estado profundamente arraigada en los corazones de la gente.

Qi Linqing sintió lo mismo hasta que volvió a ver los calcetines de algodón rosa con huellas de pata de gato que su compañero de escritorio reveló sin darse cuenta cuando estiró las piernas.

La última vez fueron lunares, esta vez son huellas de gato. No puedo decir que este matón de la escuela sea bastante "coqueto".

Qi Linqing recordó que su antiguo aprendiz también era así: era un joven serio, pero en secreto usaba bolsos rosados ​​bordados a sus espaldas.

"¿Hay agua?", Zhong Chen le dio unas palmaditas a la persona en la mesa del frente.

También se había puesto mangas cortas durante la clase de educación física hace un momento, revelando el muy intimidante tatuaje de dragón en su brazo derecho. Junto con el cabello corto, rasgos faciales atractivos y profundos, si se acompañaba de un par de gafas de sol y cigarrillos, sería como un gángster en un drama de Hong Kong de los años noventa.

La persona de enfrente se dio la vuelta y dijo temblorosamente: "Her...hermano Zhong, no, no, no tengo, ¡iré corriendo al puesto a comprártelo ahora mismo!

"Olvídalo" Zhong Chen se inclinó hacia atrás.

"Yo tengo" Qi Linqing le entregó el termo y preguntó: "¿Quieres beber?"

Después de morir, he vuelto a ser famoso. [De la antigüedad a la modernidad]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora