Te dejo el resto a tí

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-Nanami Gracias por aceptar esta cena conmigo.

-Tú vas a pagar ¿no?

-Ay, cómo eres cruel, "además de amargado"- susurro lo último el de lentes.

-Tengo mis ingresos bien administrados.

-Te quería pedir un favor- Nanami levantó una ceja, ¿Cómo era posible que le pidiera un favor?, era el más poderoso ¿No?, podía hacerlo todo- podrías por favor cuidar de cuidar de Yuji Itadori.

Había oído hablar de él: recipiente de Sukuna, que había sido condenado a la muerte. También sabía que la escuela había postergado su ejecución por el hombre frente a él Gojo Satoru; de no poder matarle sino hasta que hubiera comido los 20 dedos.

-¿Por qué lo haría?

-Porque es la persona más preciada para mí.

Aquella charla entre bebidas (sin alcohol para Satoru) y sashimi se dio. Aun qué realmente era más Gojo hablando de lo importante que era Yuji para él. Estaba totalmente seguro que Shoko se había cansado de escucharle y buscaba una nueva víctima.

Hasta que conoció al mismo Yuji como de decía Satoru.

-Este es Kento Nanami, antiguo oficinista y actual hechicero.

-Deja de llamarme así.

-Aunque varios hechiceros son estrafalarios, el es bastante serio gracias a todo el tiempo que fue oficinista. Y es un hechicero de primera clase.

-No eres quién para hablar de los demás.

-¿Eras oficinista? ¿Y cómo acabaste como hechicero?

Esos jóvenes y su falta de modales, ¿Qué les enseñan ahora?, bueno suponiendo que su profesor era Satoru, su educación daba mucho de qué hablar, y además al parecer era pareja del mismo, lo irreverente debía ser algo nato en el muchacho.

- Lo primero es saludar. Uno debe poner el ejemplo- Mucho gusto, Itadori.

-Ah, sí. Igualmente. - Cuando menos tiene motivación para ser educado. Según leí en su informe fue cuidado por su abuelo. Se amolda según el adulto.

Supongo que puedo introducirme por mí mismo, no necesito de Gojo- Al estudiar en la preparatoria de Hechicería descubrí ¡Que los hechiceros son un asco! - lo impresione con mi discurso, lo deje sin palabras- Y tras trabar en cierta compañía descubrí ¡Qué trabajar es un asco!

-¡¿De, verdad?!- En efecto lo deje impresionado. Estos jóvenes me dan tanta ternura.

-Siendo igual de asquerosos, elegí lo que se me daba mejor. Esa es la única razón por la que regresé. - Saliendo de mi monólogo regrese a Chico- Itadori, no crea que comparto la mentalidad de Gojo. Admito que es alguien en quien confió, pero ¡No lo respeto!

Ya sabía que Gojo se iba a quejar, no deja de ser un arrogante, es un niño chiquito con ventajas de adulto- Detesto cómo actúan los peces gordos, pero si creo en las reglas y las normas. Me estoy poniendo a divagar. Pero, para resumir, tampoco te reconozco como hechicero. Puede que lleves contigo la bomba que conocemos como Sukuna, pero espero que me demuestres tu valor.

La primera impresión de Itadori no fue tan mala, de cierta manera me pareció familiar y un poco cálida, su sonrisa y sus ideales de una muerte digna. Ese poco tiempo que conocí a Yuji sentí una esperanza que nunca creí encontrar. Era la persona más preciada para Gojo Satoru, no era nada tonto había visto los chupetones en hombro de Yuji. Y por ende era persona por la que Satoru se desviviría por cielo y tierra con tal que no le pasará nada.

Te dejo el resto a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora