6- Ser o no ser Scott Mcall

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Luego de recoger a Teo y Liam, Scott e Isaac se dirigieron a la casa del señor Stilinski. Al bajar del coche, ambos se quedaron observando a un Peter algo confundido que salía de la casa, llevando una caja.

-Apaguen sus celulares y ponganlos aquí -les dijo, alzando la caja hacia ellos.

Scott frunció el ceño, pero obedeció sin hacer preguntas. Isaac, por su parte, parecía algo más nervioso, aunque intentaba disimularlo. Cuando entraron a la casa, se dieron cuenta de que eran los últimos en llegar. Todos los demás ya estaban allí, rodeando un pequeño bulto que al principio no lograron identificar, pero cuando Scott agudizó la vista, se dio cuenta de que era Claudia.

Ella los miró con desconfianza, pero en cuanto detectó el olor de Scott, un Alfa, comenzó a gruñir de manera feroz. Peter, aún con una ligera sonrisa, comentó:

-Es por su madre. Era una Alfa._ Escucha, que al parecer era Peter

Los ojos de Claudia pasaron rápidamente a Isaac. Apenas sintió su presencia, la niña bajó la mirada, algo tímida, y con un gesto inesperado, se acercó a él. Colocó su pequeña mano sobre el vientre de Isaac, lo acarició suavemente, y con una voz apenas audible, preguntó:

-¿Cuándo va a salir?

El silencio en la habitación era palpable. Los ojos de todos se dirigieron a Isaac, quien parpadeó varias veces, desconcertado. Soltó una risa nerviosa, tratando de disimular su incomodidad, pero no consiguió decir nada.

-¿De qué está hablando, Claudia? -preguntó Scott, frunciendo el ceño mientras observaba a Isaac.

Isaac iba a responder cuando de repente la puerta se abrió de golpe, interrumpiendo el momento tenso. Jackson entró acompañado por Derek y Melissa, llenando la sala con su energía habitual.

-¡Hey, chicos! -saludó Jackson con su típica confianza, abrazando a Isaac y luego a Scott-. ¿Por qué no nos avisaron que ya estaban aquí?

Todos comenzaron a saludarse y preguntar cómo habían estado. Pero Jackson no tardó en dirigir su atención a Scott con una sonrisa traviesa.

-Felicidades, Scott -dijo con una sonrisa amplia-. ¡Pronto añadirás otro pequeño lobo a la manada!

Scott lo miró, desconcertado.

-¿Qué...? -preguntó con una sonrisa forzada-. ¿Claudia? Claudia ya es parte de la manada, ¿de qué hablas?

Jackson soltó una carcajada, negando con la cabeza.

-No hablo de Claudia, Scott. -Su sonrisa se amplió aún más mientras miraba directamente a Isaac.

Isaac, que hasta ese momento había intentado mantenerse al margen, sintió como el calor le subía al rostro, ruborizándose por completo. Trató de evitar la mirada de Scott, quien lo observaba con creciente confusión.

-Isaac... -comenzó Scott, aún sin entender lo que estaba pasando-. ¿Qué está ocurriendo?

Antes de que Isaac pudiera responder, Derek, que había estado observando la situación en silencio desde una esquina, soltó una risa sarcástica.

-Es increíble que seas el Alfa y no lo hayas notado antes, Scott -dijo Derek, cruzando los brazos-. Tu olfato debería ser lo suficientemente agudo para captar estas cosas.

-¿Notar qué? -preguntó Scott, cada vez más impaciente.

Peter, que estaba cerca, se adelantó con su típico aire burlón.

-Vamos, Scott. Usa tu olfato. -Peter sonrió, disfrutando el momento-. Deberías ser capaz de distinguirlo.

Scott, confuso, se concentró, dejando que sus sentidos se agudizaran. Y entonces lo sintió, un olor diferente, algo que no encajaba con lo habitual. Provenía de Isaac, era débil, pero había algo más. Algo mucho más importante. Un latido. Pequeño, casi imperceptible, pero ahí estaba. Y a medida que Scott se concentraba, esos latidos se hacían más claros. Se acercó lentamente a Isaac, su nariz captando la verdad de lo que ocurría. Cuando finalmente lo entendió, sus ojos se abrieron con sorpresa.

-No puede ser... -murmuró, mirando directamente a Isaac-. ¿Vas a ser... papá?

Isaac bajó la mirada, nervioso. La tensión en la sala era palpable. Melissa, que estaba justo detrás de ellos, dio un paso al frente, sus ojos llenos de sorpresa y emoción.

-¿Es cierto? -preguntó Melissa, mirando a Isaac con una mezcla de asombro y alegría-. ¡Isaac, estás embarazado!

Isaac asintió débilmente, demasiado avergonzado para hablar. El color en su rostro se había intensificado, y antes de que alguien pudiera decir algo más, Melissa lo abrazó con fuerza.

-¡Esto es increíble! -gritó, llena de felicidad.

De repente, Isaac soltó un suspiro profundo y, abrumado por la situación, sus rodillas flaquearon. Se desmayó en los brazos de Melissa. Todos se apresuraron hacia él, preocupados, pero Jackson simplemente se rio mientras observaba la escena.

-No puedo creerlo -dijo Peter entre risas-. Esto va a ser interesante.

Scott, aún procesando lo que había descubierto, sintió cómo su corazón latía con fuerza. Iba a ser papá. Isaac iba a tener un bebé. Su manada estaba a punto de cambiar de una forma que nunca había anticipado. ¿Cómo no lo había notado antes? Tal vez Peter tenía razón, necesitaba mejorar como Alfa.

Melissa se volvió hacia Scott con una sonrisa radiante.

-¡Vas a ser papá! -le dijo, con lágrimas en los ojos-. ¡Isaac está esperando un bebé, y va a ser tuyo!

Scott, aún en shock, solo pudo sonreír tímidamente mientras la sala se llenaba de felicitaciones y risas. Aunque la noticia había sido una sorpresa, algo dentro de él sabía que estaba listo para este nuevo desafío. Porque, después de todo, ser Alfa siempre significaba estar preparado para lo inesperado.

A tu lado-SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora