En tus manos.

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[Alexander]
He esperado a que sea de mañana para poder hablar con Damian, tal vez sea el mejor momento así que le marco siendo que solo espero un poco:
— Hola, Alex, ¿cómo estás?
— Estoy bien, ¿qué hay de ti?
— Gracias, estoy bien, ¿a qué se debe tu agradable llamada?
— Antes quisiera saber, ¿estás ocupado?
— Ahora mismo no, solo estaba atendiendo a Damus. Zeus se fue a trabajar y Arlo se fue a buscar trabajo.

Bueno, me da tranquilidad saber que tiene dos buenos hombres que no dependen de él, por otro lado, me cuesta un poco decirle esto a Damian:
— ¿Hola? ¿Sigues ahí?
— Eh... sí, perdón, quería pedirte un favor... ¿C-cómo podría pedirle matrimonio a Basil?

Se escucha más emocionado al escuchar eso:
— Esto es increíble, le vas a pedir que se case contigo, bueno, me gustaría tener una guía para eso, pero... tampoco es que sea el mejor haciéndolo, solo sé tú mismo, crea un momento mágico con algo que le guste, crea un ambiente agradable.

Me vienen un par de cosas a la mente:
— Podríamos tener una cita y al final pedirle que se case conmigo, ¿eso suena bien?
— Por supuesto, además, Basil te ama, estoy seguro que serás capaz de crear el momento ideal sin tener que preguntarme, tú lo conoces mejor que nadie.

Solo tengo más dudas ahora:
— Gracias por eso, supongo... En fin, tengo cosas por hacer, hoy mismo se lo voy a pedir.
— Mucha suerte, sé que todo saldrá bien.

Nos despedimos para terminar la llamada, tiene dos hombres y no puede decirme algo específico para la propuesta, supongo que solo seguiré con mi plan, darle un momento romántico, espero no ser un fracaso.

Ahora llamo a Basil:
— Hola, ¿cómo estás?
— En serio no puedes vivir sin mi, ¿verdad, osito?
— Dejaré de responderte pronto si eso es lo que quieres.
— Solo me gusta jugar contigo, me gusta que lo hagas. Quería decirte, ¿saldrías conmigo hoy? Cuando terminemos de trabajar podríamos ir a dar un paseo o a comer.
— Suena bien, te espero al salir.

[Basil]
Sin despedirme colgué la llamada, ¿por qué hice eso? Estoy muy nervioso, quiero hacerle la propuesta hoy y me tiene pensando en tantas cosas, espero que eso no me afecte en mi trabajo o en la cita que tendremos, no quiero arruinar nada.

[Alexander]
Aunque mis jefes lleguen a regañarme pasé gran parte del trabajo pensando en nuestra cita, de hecho uno de ellos viene conmigo justo en este momento, un hombre alfa hiena que se cruza de brazos:
— ¿Se puede saber por qué estuviste tan distraído? Casi acaba el turno y no hiciste ni la mitad del trabajo que sueles hacer.
— En vez de regañarme, ¿por qué no me ayuda? Le quiero proponer matrimonio a mi novio, ¿tiene alguna idea?

Eso le hace molestar un poco:
— ¿De verdad me estás preguntando eso?
— Bueno, si no sabe de esto solo seguiré pensando en algo.
— Eres un descarado... s-solo llévalo a un paseo romántico, endulza su oído, llévalo a cenar al final, solo no metas el anillo en su comida, puede ser peligroso.
— Solo se le ocurriría a un idiota.
— A mí se me ocurrió y mi esposa se estaba ahogando.
— Ja, ja, ja, no puedo creer eso, bueno, pero funcionó, haré eso, menos asfixiarlo.
— ¡Solo termina tu turno y vuelve a trabajar!

Que malhumorado, bueno, ya que tengo la idea solo tengo que relajarme. Solo pasa media hora más para salir, espero a Basil donde suelo hacerlo cuando salimos.

Lo espero por un par de minutos cuando lo veo acercarse, se nota algo extraño, trato de abrazarlo besando sus labios:
— ¿Listo para irnos?
— No... quiero decir, s-sí, vamos.

Creo que mucho trabajo lo tiene tenso, espero no sea un mal momento para todo esto. Salimos para caminar, quizás el parque en el que nos hicimos novios sea el ideal para dar ese paseo especial, mientras tanto quiero decirle cosas románticas:
— Eres como el cinturón de mi padre, cuando te acercas me aceleras el corazón.

El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora