Capitulo 4. Dilemas.

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Katra se encontró a sí misma observando la práctica de artes marciales mixtas desde una distancia segura, su mirada fija en los movimientos fluidos y precisos de los estudiantes. Bradley, su compañero de cuarto y líder del club, estaba al frente, demostrando técnicas con una destreza que solo podía venir de años de práctica y dedicación.

Inmersa en sus pensamientos, Katra no se percató de que Bradley se había acercado hasta que su voz la sacó de su ensoñación.

—¿Interesado en las artes marciales, Robin? —preguntó con una mezcla de curiosidad y sorpresa.

Katra, disfrazada como su hermano gemelo, se giró hacia él, ocultando su verdadera habilidad en los deportes.

—Sí, estaba pensando en unirme al club de artes marciales mixtas —respondió con cautela, observando la reacción de Bradley.

Bradley parecía dudoso.

—No estoy seguro de que sea lo tuyo, Robin. Siempre te he conocido más por tus habilidades en matemáticas que en el tatami —Su tono era amable, pero claramente no creía que Robin tuviera lo necesario para las artes marciales.

Antes de que Katra pudiera responder, un amigo de la escuela, conocido de Robin, se acercó apresuradamente.

—¡Robin, te perdiste la primera reunión del club de matemáticas! —exclamó, claramente decepcionado—. ¿Cómo pudiste faltar?

Katra se tensó ante la mención del club de matemáticas, una actividad que le parecía bastante menos atractiva que las artes marciales.

—Estaba pensando en probar algo más físico este año  —sugirió, esperando desviar la conversación.

El amigo de Robin se rió, claramente incrédulo.

—¿En serio? Siempre encontrabas alguna excusa para evitar cualquier cosa que involucrara sudar —Su tono era jocoso, pero Katra podía sentir la expectativa detrás de sus palabras.

Antes de que pudiera protestar, su amigo la agarró del brazo y la arrastró hacia la reunión del club de matemáticas. Katra se sentía atrapada en una situación indeseada, su deseo de explorar las artes marciales eclipsado por la necesidad de mantener su disfraz de Robin.

La reunión del club de matemáticas era todo lo que Katra había temido: una hora de discusiones sobre teoremas y problemas matemáticos que le resultaban tan secos como aburridos. Mientras se esforzaba por mantener una apariencia de interés, su mente vagaba hacia el dojo, imaginando la emoción y el desafío de las artes marciales.

Al final de la reunión, Katra se sintió exhausta, no físicamente, sino emocionalmente. La dualidad de su vida en la Academia Prestigio, entre lo que quería hacer y lo que debía hacer para mantener su identidad, se estaba volviendo cada vez más difícil de manejar.

Mientras caminaba de regreso a su dormitorio, Katra reflexionaba sobre su situación. Sabía que, para mantener su secreto, tendría que hacer sacrificios. Pero, ¿hasta qué punto podía renunciar a sus propios intereses y pasiones? Era un dilema que no tenía una respuesta fácil.

Después de salir de la reunión del club de matemáticas, Katra caminaba de vuelta a su dormitorio, sumida en sus pensamientos. En su mente, calificaba la experiencia como un completo fiasco. Se sentía frustrada y atrapada, añorando lo que podría haber sido su vida en ese momento si no estuviera ocultando su verdadera identidad: estaría en China, perfeccionando sus habilidades como artista marcial, en lugar de fingir interés por los números y ecuaciones.

Soltando una profunda bocanada de aire, trató de liberar algo de la tensión que había acumulado durante el día. Cuando llegó a su dormitorio, encontró a Bradley y Mike allí, aparentemente en medio de una animada conversación. Ambos se detuvieron al verla entrar.

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