Rouce
~no estoy segura, pero joder no podía negarme a esa carita tierna~
-Mi nombre es Erick Atelier, en ralidad no me gusta pero joder si tu me lo pides...
Bueno, ¿como es el tuyo?
-me giré hacía otro lado, a la vez quitando un mechon de cabello que se enlazaba en mi cara-
-mi nombre... ?-repetí nerviosa- Bueno, ams... es Rouce Roxán.
~No quería que él se burlara de mi nombre, puesto a que la mayoría lo hacen~
-¿Encerio?
-¡¡Joder!!. Si, se que es orrendo pero deverías disimularlo tan solo un poco. -miré hacía el suelo-
Erick
~Era el nombre más bello que he oído...
Pero sigo pensando que más bella es ella, y verla parada en frente mio, verla tan pequeña, tan tierna, sabía que alguien obtendría un abrazo de oso y no era yo (en parte si).~
-¿Qué miras? -dijo Rouce con cierto tóno de risa y enojo.
-Eres preciosa. -la miré-
~Ella era única...~
-Rouce se sonrroja-
-Tu si que eres bobo.
-¿tienes frío?
-tu chaqueta me proteje.
-y los abrazos ¿no protejen? -dije decepcionado-
-si es tuyo, si.
~y asi fue como de un segúndo a otro se lanzo hacía mi, colgandose en mi cuello, pude sentír cuando tocaba el suelo con las puntillas de sus zapatos...
Me dio ternura.~
-Apolló su menton en mi pecho-
-Tu lo estas cambiando todo... -susurró-
~La quiero... ~
-¿Erick?
-¿Si?
-¿no crees que deveriamos írnos?
-Solo con una condisión...
-¿Cuál?
-si te vuelvo a ver mañana. -me despegué un poco para mirarla a los ojos-
-Bueno...
~No dudé en agárrarla de la mano, estaba fría, pero dentro de poco comenzo a ponerse más tibia.~ caminabamos, hablando sobre idioteses como por ejemplo; por que a las gaviotas les gusta volar... o cosas asi.~
-Rouce se detuvo-
-¿Llegamos?
~era una esquina fantasma, nadie transitava a aquellas horas. No me dí cuenta lo rapido que habían pasado las horas, ya eran las 22:45~
-Si doblamos esta esquina sera el fin de nuestra caminata -apretó mi mano-
~No evité sonrerirle, pero era cierto llegaría a su casa y sería el fin de nuestra caminata.~
-No te preocupes, tendremos miles de caminatas como estas.
-Rouce sonríe-
~y bueno caminamos hasta llegar a una casa de dos pisos, con una pintura muy vieja.~
-Adios...
-Acomode un mechon de cabello que se encontraba en su cara, detras de su oreja.-
-Adios muñequita.
~fue hermoso lo que ví, la ví feliz~
-Toma tu chaqueta... -En acto seguido me abrazó.-
-Adios...
~veía como se dirigía hacía la puerta de entrada y buscaba en su bolsillo la llave, me miró por última vez con una sonrísa resplandeciente, no evité sonreirle también.
[...y se adentró en su casa]
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la que te ama como a nadie
De Todochicos en las otra cuenta ocurrió un problema n.n pero sera lo mismo. --------------------------- Nada valía la pena, todas las palabras eran iguales y lo recuerdos no eran lindos. Hasta que tu llegaste, todo a tu lado valía la pena, tus palabras er...