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Sanzu haruchiyo.
Narrador.

Miraba su vientre levemente abultado de tan solo 2 meses de gestación frente al espejo, sonrió levemente con un brillo en sus ojos, un suave suspiro salió de sus labios para tapar su pancita. Salió de la habitación y empezó a bajar las escaleras hasta la cocina. Se removió algo nervioso cuando todos los voltearon a ver. Unos brazos lo rodearon por atrás besando su mejilla, se tensó un poco y rápidamente se dio la vuelta viendo a un alfa peli-negro, aquel alfa le sonreír con cariño la misma sonrisa que le daba cuando era un simple niño.

S-shini!.- Se abalanzó sobre él abrazándolo cok todas sus fuerzas con una sonrisa mientras lloriqueaba.- Haruchiyo, mírate~.- No pudo dejar de sonreír. Se apego con fuerza a e abrazándolo, el peli-negro lo abrazó de igual manera mientras besaba su cabeza. Una intensa mirada violeta los veía fijamente con un disque de molestia los presentes lo miraban de forma divertida.

-Deja a haru, lo aplastas~ no ves que si lo abrazas muy fuerte se le sale el niño.- Dijo el Akashi con burla ganándose una mala mirada por parte de su hermanito, el sano mayor abrió sus ojos con una grata sorpresa, lo alejó de él para verlo hasta que sus ojos se pusieron en en vientre de omega y abrió la boca con sorpresa.- ¡Un mini haru!.- Pfff... un mini yo.-

El Haitani tenía el ceño fruncido bastante molesto, no quería que su omega le diera la atención a alguien más que no fuese el. Se cruzó de brazos mientras soltaba un pequeño bufido.- Ni que fueras una vaca, déjalo, esta feliz.- Remedo a su hermano menor y soltó un pequeño gruñido.

-Jeje! Es mi bebé y el de ran.- El bicolor se puso pálido ante la mirada que le dio el mayor de los sanos, el oji-negro lo miraba de arriba abajo con una ceja arqueada. Se levantó para acercarse a su omega y sostenerlo de la cintura con algo de nerviosismo.- Un gusto señor sano, ran Haitani.- Mm... el gusto es mío Haitani.-

Sonrió algo incómodo para tomar la mano del peli-rosa empezando a subir las escaleras hasta la habitación del mencionado. Entro abriendo la puerta y soltó un suspiro pesado, haruchiyo lo miraba con diversión, ran no era alguien que se mostrara así?, bueno le da igual, estaba celoso y eso lo hacía divertido  se acercó a él para tomarlo de sus mejillas dejando un casto beso en su mejilla.

-Eres un celoso, recuerda que hoy en la tardes es la cita con la ginecóloga.- Dijo con una sonrisa burlona para robarle un beso en su mejilla, se sonrojó al sentir las manos del Haitani en su cintura.- Pfff.. no me gusta que le des atención a alguien más que no sea yo Ugh.-Dijo con su ceño fruncido su ceño se desvaneció y sonrió al sentir las caricias en sus mejillas.

-Siempre te sales con la tuya.- Lo sé, yo siempre me salgo con la mía.

          2:30pm
                   Japón.

Se encontraba de camino al ginecólogo, manejar le daba fatiga así que se llevó a su hermano como chofer, tenía su celular en manos mientras le marca a ran el cual no le contestaba y solo lo mandaba a buzón de voz. "maldito... porque no me responde el maldito teléfono!" Cerró sus ojos tratando de tranquilizarse, no quería enojarse y que algo le pasara a su cachorrito o cachorrita. Al llegar al hospital bajo seguido de su hermano para irse de una vez a la cita. Al entrar miro al hombre que lo atendería.

-Buenas tardes señor sanzu, puede recostarse en la cama mientras puede ir levantando su camisa para comenzar.- Dijo el doctor en un tono alto para ponerse unos guantes de látex y acercarse a él con una sonrisa, con cuidado puso un gel en su vientre y después pasó un pequeño aparato que le enseñaría el feto.- Ahí está su bebé, es muy pequeño, pero lo bueno es que está totalmente sano. Recuerde venir a sus citas, dentro de poco sé podrá saber el sexo y oír su corazón. Le enviaré unas vitaminas. Usted está algo bajo de peso, pero está lo suficientemente sano para mantener al bebé, solo cuídese más.- Sus palabras era duras pero entendibles. Asintió con su cabeza para acomodar su camisa y levantarse, tomó la ecografía para salir con una gran sonrisa, se sentía algo triste ya que ran no lo acompañó como prometió. Dos horas después llego a la mansión bonten y no saludo a ninguno y se fue a encerrar a su habitación .

-Tú papi es un idiota.- Dijo con molestia se metió a la ducha dándose un baño de agua caliente, al salir fue a su closet y sacó un pantalón ancho de dormir y una camisa negra de mangas ancha también, con cuidado se acosto en la cama cayendo en un profundo sueño. Unas horas después empezó a sentir unas caricias en su vientre y mejilla, empezó a abrir sus ojos para ver al mayor de los haitani que lo veía.- Lo siento, ahh... tuve que salir con rin algo paso con la mercancía y tuvimos que ir.- No importa... la ecografía está en la mesa de noche.- La verdad no tenía ganas de hablar con él, estaba molesto pero era por el trabajo, aún así era la primera ecografía de su bebé! Tenía que estar ahí.  Sintió como sus ojos se empezaban a nublar y como las lágrimas empezaban a salir de sus bellos ojos, unos brazos lo rodearon acercándolo a su cuerpo.- No volverá a pasar, te lo prometo.. no llores.- Idiota... tenías que estar ahí!.- desvió su mirada y se apego más él ocultándose en su cuello, las feromonas del Haitani lo envolvieron haciéndolo sentir seguro.

-¿Té he dicho lo lindo que eres?.— Me lo repites todos los días ran.-  Pues que bueno que lo sepas, te lo diré todos los días haruchiyo.- Se sentía amado por primera vez, jamás pensó que esto pasaría. Su corazón latía como loco, sus mejillas estaban como dos manzanas, el Haitani lo hacía sentir así; Como un tonto enamorado, como si fuese un adolescente nuevamente.

           ¿Si ella vuelve me amaras todavía?, ¿me seguirás viendo solo a mi?, no soy tan hermoso como ella? (Sanzu haruchiyo)

                     Si ella vuelve te seguiría viendo solo a ti.   ¿Me amaras aunque te vaya a dañar?, eres lo más hermoso que he visto, tu belleza no se compara con nadie. Tú eres más hermoso que ella. Siempre lo serás.   (Ran Haitani)

Embarazo en bonten. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora