DIECIOCHO: Enchiladas

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Canción del capítulo: sun and moon por anees

Es viernes y Hugo ha quedado de venir a cenar con mis papás, pero aún no les he dicho que ya pasamos la etapa de salir y que ahora somos novios

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Es viernes y Hugo ha quedado de venir a cenar con mis papás, pero aún no les he dicho que ya pasamos la etapa de salir y que ahora somos novios... así que después de arreglarme y ayudar a mamá a poner la mesa, quiero hablar con ellos, antes de que llegue Hugo. No lo he visto en un par de días porque estábamos los dos con cosas de la universidad, y la verdad... lo extraño. No prometo no lanzarme a sus brazos cuando lo vea.

Estoy bajando las escaleras, cuando suena mi teléfono. Es él.

—Hola, hermosa —su voz tiene un tono diferente, como si pasara algo.

—¿Hola?

—No sé si sea conveniente ir hoy a cenar con tus papás. Tuve un pequeño accidente en un partido de fútbol... y es demasiado notorio.

—¿Accidente?, ¿estás bien? —pregunto, parando en seco a la mitad de las escaleras.

—Sí, todo bien. Solo tengo un ojo morado.

Me llega un mensaje y veo la foto. Trae el ojo casi cerrado, y se le está formando un moretón horrible.

—¿Qué fue lo que pasó?

—Alguien me dio un codazo. Se ve peor de lo que se siente, lo prometo.

—Hugo, ven por favor, y aquí te ponemos algo, mis papás no van a decir nada.

—¿De verdad?, porque no quiero que piensen que me busco problemas.

—De verdad, mi papá es mega fan del fútbol, seguro te va a hacer n preguntas técnicas.

—Ok, llego como en unos 20 minutos, ¿está bien?

—Sip, aquí nos vemos.

Colgamos y hago una mueca. Se veía bastante doloroso.

Bajo hacia la cocina y veo que mamá está terminando de hacer sus famosas enchiladas suizas, ha puesto a mi papá a rallar el queso. No se le ve muy feliz.

—Oigan, ¿podemos hablar antes de que llegue Hugo?

Mi mamá pausa lo que está haciendo, y se voltea hacia mí, limpiándose las manos en un trapo, y mi papá deja el rallador sobre la mesa, sacudiéndose las manos.

—Bueno —me mojo los labios—, es que, ¿se acuerdan de que les dije que Hugo y yo estábamos saliendo?, pues, ya somos novios.

Mi mamá se ríe y mi papá suelta un gruñido.

—Ya sabíamos —dice mi padre.

—Desde que nos dijiste que estaban saliendo —agrega mamá—. Seremos viejos y anticuados, pero no tontos, hija.

—Bueno, es que literal apenas nos estábamos conociendo... —murmuro, tocándome la frente, algo avergonzada.

—¿Eso era todo? —dice mi padre retomando el rallador de queso.

Convenio sin acuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora