Yurena y Thiago llegan a Madrid huyendo de su vida en Tenerife,en la capital española esperan encontrar la paz que buscaban,aunque no contaban con que cierto jugador colchonero se colara en sus vidas.
Pero,como siempre,todo es obra del destino.
*Que...
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El árbitro pita el final del partido. Me tiro al suelo mientras sonrío y Marcos se tira encima de mi. Acabamos de ganar la liga en casa a falta de tres jornadas. Somos campeones.
-¡Que somos campeones joder!-exclama el capi abrazándonos-.
Poco a poco se juntan todos a nuestro alrededor para celebrar este triunfo que nos viene genial para animarnos,en dos semanas tenemos la final de la champions,y esperamos poder conquistarla al fin.
Manteamos al cholo durante unos minutos al igual que lo hacemos con Roro,quien ha marcado el gol que nos da el título.
Nos recorremos el estadio completo aplaudiendo a la afición mientras que ellos nos aplauden a nosotros también,y celebran aún más.
Tras casi una hora nos metemos a los vestuarios donde la celebración sigue,pero en mis planes lo único que entra es ver a mis niños y a mi chica. Tras una ducha y celebrar un poco salgo del vestuario y sonrío al ver que me esperan en el pasillo.
-Felicidades mi amor-dice Yure-. Paso mis manos por su cintura y beso sus labios dulcemente.
-Gracias preciosa-sonrío-. Thiago me echa los bracitos y yo con gusto lo cojo,el niño besa mis mejillas y se le nota súper contento.
-¿Mi princesita está dormida?-pregunto y Yure asiente sonriendo-. Sube el capazo del carro y yo me asomo sonriendo.
Nuestra peque tiene ya tres meses y está preciosa,nos tiene enamorados a todos. Se parece mucho a mi aunque también tiene rasgos de Yure. Es una niña súper buena,casi ni llora,se la pasa casi todo el día durmiendo.
-¿Nos vamos a casa?-pregunta mi chica y yo asiento-¿saldréis esta noche?-.
-Ni idea,estos quieren pero yo no se,no quiero dejaros solos-digo y ella niega-.
-Vas a ir a esa fiesta y te vas a divertir,Hermoso,nosotros estaremos genial-dice sacándome una sonrisa-. Me encanta cuando se pone cabezota.
Nos subimos al coche y arrancamos,en nada llegamos a casa.
Mi chica deja a la beba en la cuna,le pone el pijama a Thiago que enseguida se duerme y vuelve a nuestra habitación. Abre nuestro armario y saca uno de mis pantalones junto a una camisa blanca.
Alzó una ceja y rio.
-No te rías,te queda de muerte esta camiseta-dice ella-me tendré que poner celosa esta noche-. Suelto una carcajada y me acerco a ella.
-A la única que quiero es a ti-mi mano se posa en su cadera mientras me mira sonriendo-. Se muerde el labio y no me aguanto más. Pego mis labios a los suyos mientras que mis manos bajan hasta su culo,donde me encargo de apretar arrancándole un gemido.
-Amor-bajo mis labios por su cuello mientras ella se agarra a mis brazos-. Desde que nació la peque no hemos estado juntos sexualmente,entre la cuarentena y el poco tiempo,hemos estado a dos velas.
