CAP 4. EL RECUENTRO.

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Provincia de Edirne, Turquía 1537.

Mi día comenzó un poco diferente a los demás, con la llegada de Gülfem hatun, mi amiga o como me gustaba decirle mi otra madre.

- ¡Bienvenida Gülfem! - Dijo mi madre mientras recibía a Gülfem con los brazos abiertos.
- ¡Sultana! Gracias por su Bienvenida - Respondió Gülfem, abrazando a mi madre.
- ¿Qué te trae por aquí Gülfem? - Pregunto mi madre con una sonrisa en el rostro.
- Sultana, su Majestad el Sultan Söleyman desea ver a la Sultana Raziye y el príncipe Mustafa en el palacio de Topkapi mañana por la mañana - Respondió Gülfem con una sonrisa.

Mi madre se quedó en silencio borrando su sonrisa, ella pensaba que no sería bien recibida en el palacio.

- ¡Atención! El príncipe Mustafa - Grito uno de los hagaz del palacio.

Mustafa venía caminando y vio a Gülfem a un lado de nuestra madre haciendo reverencia.

- ¡Señorita Gülfem! - Comentó Mustafa, sonriendo.
- ¡Príncipe! - Respondi Gülfem terminando su reverencia.
- ¿Qué hace aquí? - Pregunto Mustafa mirando de reojo a nuestra madre que estaba sería sin nada que decir.
- ¡Príncipe! Su Majestad lo espera en el palacio de Topkapi con la Sultana Raziye mañana por la mañana - Volvió a comentar Gülfem mientras miraba el rostro de mi madre triste.
- De acuerdo, puedes llevarte a Turhan ahora mismo si gustas, mi madre y yo iremos mañana - Respondió Mustafa.

Mustafa tomó con una mano a nuestra madre, dándole vuelta para llevársela de ahí.

- ¡Príncipe! Solo los pidió a los dos - Comentó Gülfem.

Se detuvo con mi madre, Mustafa miró a nuestra madre y luego volteo y camino hacia Gülfem hatun.

- ¡Si nos quiere ver será con nuestra madre! - Exclamó Mustafa un poco enfadado.
- Nos expulsó de Topkapi y sinceramente mi hermana ni yo lo necesitamos para ser felices, si nos quiere ver, la Sultana Mahidevran vendrá con nosotros - Comentó Mustafa.

Dio la media vuelta y se fue caminando detrás de nuestra madre.

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Me encontraba en el jardin cortando flores para mi madre, físicamente ya había cambiado, incluso el tono de mi cabello era un castaño no tan oscuro, mi cabello llegaba hasta mis cintura, mis voz se había agudizado un poco, mi madre decía que era como una melodía al oído, era tan dulce y suave, físicamente me habían salido pechos no tan grandes pero si eran notables al ojo, mi cintura había reducido un poco y mis caderas se habían pronunciado más, era algo que me daba cierta seguridad, mi cuerpo llamaba la atención, incluso cambie aun más mi forma de vestir a un estilo masculino, botas, pantalones holgados, camisas grandes, abrigos, chalecos y capas. En mi cabello solo acusaba tiaras o diademas discretas, aveces recogía mi cabello pero normalmente lo traía suelto con unas trenzas a cada lado de mi cabello.

Escuche unos pasos detrás de mi, me quede en silencio pensando que era Mustafa pero cuando lo sentí tan cerca me levante y puse mi navaja en el cuello de esa persona...

- ¡Mi Sultana! Soy yo - Dijo Gülfem asustada.

Mire su rostro y aguarde mi navaja en mi bota, me acerque a ella - ¡Gülfem! Porque no me avisaste que estabas aquí - Conteste, estirando mis brazos par abrazarla.

¿Que hubiera pasado si...? El Sultan SöleymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora