Capítulo XXII

3 0 0
                                    

La noche caía sobre Sharm el-Sheikh, y Horura y Ma'at se sumergían en la investigación de las artimañas de Nekhbet y Nejebet. Guiados por el conocimiento de los dioses de Egipto, exploraron los rincones más oscuros de la ciudad.

En el silencio de la noche, Horura y Ma'at se encontraron en un antiguo templo abandonado en las afueras de la ciudad. La tenue luz de las antorchas revelaba jeroglíficos y símbolos antiguos que resonaban con la magia de épocas pasadas.

"Este lugar tiene un poder antiguo", comentó Ma'at mientras estudiaban los grabados. "Puede contener respuestas sobre las brujas y sus maquinaciones".

Horura asintió. "Las brujas están utilizando conocimientos oscuros para torcer la percepción de la gente. Debemos desentrañar sus tramas y devolver la claridad a los corazones de Sharm el-Sheikh".

A medida que Horura y Ma'at profundizaban en la investigación, descubrieron un pasaje secreto que los llevó a una cámara oculta. En el centro, una estatua antigua de Seth, emanaba una energía inquietante.

"Esto explica la conexión de las brujas con la oscuridad", señaló Horura. "Utilizan la imagen de Seth para sembrar el miedo y el caos".

Ma'at examinó la estatua con determinación. "Debemos neutralizar esta fuente de poder y revelar la verdad a los habitantes de Sharm el-Sheikh".

Decididos a desmantelar el plan de las brujas, Horura y Ma'at realizaron un ritual antiguo para sellar la influencia de Seth en la estatua. La energía que emanaba de la cámara se disipó lentamente, como si la oscuridad estuviera perdiendo su agarre.

"Esperemos que esto sea suficiente para deshacer el engaño", expresó Ma'at con esperanza.

Horura miró hacia el horizonte. "Ahora, regresemos a la ciudad y enfrentemos la verdad. Sharm el-Sheikh merece conocer la realidad detrás de las sombras que las brujas han tejido".

De vuelta en la ciudad, Horura y Ma'at revelaron sus descubrimientos a los habitantes. La verdad se propagó como un fuego restaurador, disipando la desconfianza y el miedo sembrados por las brujas. La gente, agradecida, volvió a aceptar a los dioses de la Luz.

***

Con la verdad restaurada en Sharm el-Sheikh, la ciudad se sumió en un momento de alivio. Sin embargo, las brujas no permanecieron inactivas. Con el velo levantado sobre sus maquinaciones, Nekhbet y Nejebet urdieron un nuevo plan, aprovechando la oscuridad que aún persistía en algunos rincones.

En la penumbra de la noche, Horura y Ma'at fueron emboscados por las brujas. Sombras retorcidas danzaban a su alrededor, anunciando el regreso de la Oscuridad.

Nekhbet se burló, su risa resonando como un eco malévolo. "Pensaron que podrían desentrañar nuestros planes tan fácilmente, ¿verdad?"

Nejebet asintió, sus ojos destellando con malicia. "Ahora, enfrentarán la verdadera furia de las sombras".

Antes de que Horura y Ma'at pudieran reaccionar, la oscuridad cobró forma. Criaturas sombrías, manifestaciones del poder oscuro de las brujas, se materializaron a su alrededor. Pero antes de que el enfrentamiento pudiera intensificarse, una interrupción inesperada surgió del horizonte.

De las dunas del desierto aparecieron  "Los Terra", esos bandidos desalmados conocidos por su brutalidad y falta de escrúpulos. Su llegada desató el caos en la confrontación, atacando a las brujas y a los muchachos.

"¡Es hora de saquear y destruir!" gritó uno de Los Terra, su risa salvaje llenando el aire.

Nekhbet y Nejebet, momentáneamente sorprendidas, se vieron obligadas a defenderse no solo de los muchachos, sino también de los despiadados bandidos. La alianza temporal entre "Los Terra", y Horura y Ma'at creó una situación impredecible.

Horus Jepri ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora