𝓒. 03

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- ¡Niña apunta bien maldita sea! -

- Lo siento Tom pero es que yo no llevo la misma vida que tu -

- Estamos hace una maldita hora aquí y no puedes tirar la bala en el blanco -

- Si entreno con un idiota como tu es obvio que no aprenderé - Murmuró Taylor pensado que el mayor no la escucharía.

- ¿Que dijiste mocosa? -

- N-nada solo fue un pensamiento -

El de trenzas agarro a la menor por el cuello lo suficientemente fuerte para dañarla y dejar marcas en este. La tiro al piso sin tener culpa alguna o remordimiento.

- Repito eso y te matare de la forma más dolorosa, ¿Escuchaste? -

La menor no pudo hablar del miedo solo asintió con la cabeza y trató de levantarse del piso a pesar del dolor que sentía en su cuerpo.

- A ver niña, tienes que dejar de ser tan débil o si no te iras con las prostitutas que trabajan para mi - La menor miro con preocupación a su mayor y no sabía que responder. - Idiota deja de mirarme así -

La menor dejo de mirarlo y tomo el arma en sus manos nuevamente, a punto hacia la lata que tenía frente a ella la cual estaba lejos y sin más disparó con nerviosismo pero teniendo esperanza de que su puntería estuviera bien.

- ¡Muy bien niña! - Exclamó el de trenzas con felicidad. - Mañana seguimos, ya me canse de estar mucho tiempo contigo -

- Si claro, te encanta estar conmigo... - Murmuró Taylor a lo cual el de trenzas la miro con enfado. - No dije nada, lo siento... -

- De acuerdo, deja tus idioteces de lado y ve a mi habitación, no salgas de ahí hasta que yo te diga, recuerda eso - Tom le dio una sonrisa ladina en un intento de ser amable y se fue para hacer sus asuntos.

La niña fue a la habitación del mayor y se tiro a la cama, no tenía nada con que divertirse así que comenzó a explorar la habitación.

Dinero por todos lados, armas, balas, cosas con demasiado valor, muchas cosas con protección. Por curiosidad abrió los cajones para ver que tenía, en eso encontró condones, la menor soltó una risa seca y los devolvió a su lugar.

Reviso su armario, para Taylor era un mafioso amargado pero se vestía muy bien aun que usara ropa muy holgada era un buen estilo.

Taylor decidió darse una ducha, entró al baño que estaba en la misma habitación, saco su ropa quedando completamente desnuda para después meterse bajo el agua.

El agua corría por toda su cuerpo, la menor se sintió relajada por un momento hasta que sintió la puerta del baño abrirse.

- Mocosa, ¿Donde estab... - El de trenzas se tapó los ojos de inmediato. - ¡Tapate ahora mismo! -

- ¡Pues toca primero de entrar imbecil! - Contestó la menor enfadada.

- No pensé que te estarías bañando por eso entre - Se defendió el de trenzas.

- Pero de todos modos aprende a tocar primero de entrar - Taylor tapó su cuerpo con una toalla envolviendo esta por su pecho.

- Está es mi casa puedo hacer y entrar donde se me dé la gana - El se trenzas rodó los ojos y volvió su mirada a la menor. - Yo no te he dado permiso de entrar a mi baño eh -

- Después te andas quejando de que no me baño, ni quien te entienda Tom Kaulitz - Taylor hizo una mueca de molestia.

- Bueno cambiando de tema, ve a dormir yo en unas horas llego - Dijo el de trenzas cruzando sus brazos.

- No me interesa Tom - contestó la menor en un intento de ser fría con Tom.

El de trenzas solo rodó los ojos y salió de la habitación dejando a Taylor sola.

( . . . )
















- ¡Mocosa deja de moverte! - Exclamó el mayor con enfado.

- Es que hace calor y tu cama es muy calurosa - Se quejo Taylor mientras se seguía moviendo.

- Si sigues moviéndote te voy a dejar en la habitación de mis víctimas y te juro que esa cama es lo más incomodo - Advirtió Tom frustrado debido a la inquietud de la menor.

Taylor suspiro frustrada y sacó todas las sábanas de su cuerpo para tener un poco más de aire.

El de trenzas la miro por un momento admirando su figura y rápidamente sacó esos pensamientos de su cabeza, se dio la vuelta dándole la espalda a la menor y acomodándose para dormir.

- Oye Tom... - Hablo la menor con curiosidad.

- ¿Que quieres ahora mocosa?, déjame dormir - Contestó el de trenzas.

- Mhm que amargado, con razón todos te odian - Taylor suspiro y cruzó sus brazos.

- Eres tan molesta con razón tu papá acepto el trato tan fácilmente - Contestó el de trenzas con una sonrisa burlona.

Los ojos de la menor se pusieron llorosos inmediatamente ya que le dolía que Tom hiciera chistes sobre eso sin saber todo lo que había pasado y todo lo que le lastimaba eso.

El de trenzas se dio cuenta que lastimó a la menor con sus chistes y con esfuerzo le dio un ligero abrazo.

- Ya no llores niña, deja eso -

- Es que te pasas de idiota aveces -

- Bueno ya calmate, ahora dejame dormir - Tom forzó una sonrisa y nuevamente le dio la espalda a la menor para dormir.

La menor rodó los ojos y se acurrucó bajo las sábanas para finalmente quedarse dormida.





𝐴𝑛𝑡𝑜𝑛𝑖𝑡𝑎✮
Tan amable el Tom, funado.

give meaning to my life  𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora