Rowen

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Con una copa de whisky Donquixote Doflamingo recibió las buenas noticias.
Recuperaron a la pequeña fugitiva, él se encargaría de castigar a los responsables de tan estúpida equivocación.

Perder a la mocosa sería perder el control sobre Law y eso sería un suicidio.

Sabía muy bien que el joven Doctor lo despreciaba y después de lo último que le hizo, el odio que le profesaba era irreversible.
Sentía una punzada de dolor en lo más profundo de su ser, después de todo seguía obsesionado con el joven de ojos grises.
Pero al final el "deseo pudo más" y terminó dando rienda suelta a sus instintos más bajos.
Doflamingo sonrió recordando los días pasados.

Cuando Law lo amaba.
Esos días jamás volverán y sólo quedaba aprovechar el  nuevo trato sin restricciones.
Ahora Podría tenerlo cuando quisiera.
Su rostro se agrió, esta noche tenía un nuevo cargamento y un cliente muy importante, entonces sólo aplazaría las cosas...
- !Por una buena noche! ! Salud!

Doflamingo siguió perdido en sus pensamientos, recordó a su primer amor.
Un sentimiento aún más doloroso sacudió sus entrañas.
" Las cosas hubieran sido tan diferentes si no me hubieras traicionado, si todavía siguieras vivo Ro"
La mente de Doflamingo siguió fluyendo con agonía hasta los recuerdos más lejanos.

 " Las cosas hubieran sido tan diferentes si no me hubieras traicionado, si todavía siguieras vivo Ro"La mente de Doflamingo siguió fluyendo con agonía hasta los recuerdos más lejanos

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- Doffy espérame - lloró Rocinante.
Doffy bajó del auto cargando una bolsa con todas sus posesiones, eran muy pocas y todas viejas.
Ambos hermanitos fueron traídos a su nuevo hogar un orfanato en las afueras de la ciudad
En un pequeño pueblo .

Muchos niños estaba ahí, desperdigados por el viejo edificio de aspecto lúgubre.
Ellos comían y dormían en varios cuartos con camas en el suelo. Las monjas hacían lo que podían e incluso les impartían clases en un viejo salón con sillas desvencijadas.

Encontrar dónde dormir no fue difícil y más aún con la ayuda de un pequeño bribón de hermosa sonrisa

- Hola ¿Eres nuevo verdad? Soy Rowen. Trafalgar D. Rowen y él es Marco Fenix- dijo extendiéndole la mano.

Doffy lo miró con desdén. El niño de pelo oscuro y rebelde que lo saludó estaba usando ropas viejas y tenía varios raspones en las rodillas.
No tenía nada de especial salvo unos hermosos ojos grises rasgados y brillantes.
- Yo soy Rocinante y él es Doffy- respondió el más pequeño y llorón de los hermanitos.
- Genial... puedes llamarme "Ro" es más fácil.

Poco a poco los niños se fueron acercando más y más hasta que los cuatro se hicieron amigos y hacían travesuras por el lugar.
" Somos  los tres mosqueteros y el terrible Doffy"  solía decir Rocinante.
Aveces se daban escapadas por la noche buscando ranas y  luciérnagas.

Doffy tenía la manía de cazar ratones y ponerlos en los zapatos de un par de matones que siempre los molestaban.

Cierto día tres chicos más grandes que él lo agarraron a golpes buscando vengarse.
Estaban pateándolo en el suelo sin piedad cuando Rowen corrió y se puso encima de Doffy intentado protegerlo.

Trafalgar law  en : Corazón de HadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora