11.

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Pablo Gavi

Pablo se despertó antes que el canario supuso que estaba cansado porque había jugado de titular todo el partido así que se quedo acostado con el esperando a que su alarma sonara.

Se quedó acariciando el cuerpo de su novio disfrutando la piel tersa de su novio y sus dedos rozándose.

Beso su cabeza y su cara relajada y el canario ya medio despierto sonreía a su tacto y lo apretó con más fuerza con el.

—ya no estás dormido— lo miro Pablo con los ojos entrecerrados.

—shh, arruinas el momento— el canario puso su dedo índice en la boca del sevillano "callándolo".

—aprovechando que arruine el momento, le conté a Ansu de nosotros— Pablo le miró esperando su respuesta. —¿no te molesta?— pregunto viéndole expectante

—para nada guapo, Sira y Ferran ya lo saben— Pablo lo miro sorprendió y Pedri solo río y le dio un piquito. —¿que te dijo Ansu?— preguntó el canario.

—que ya lo presentía y que era más que obvio que nos queríamos mucho porque yo no era así de cariñoso con el—  explicó Pablo.

—ay que tierno mi novio— le dijo y apretó sus mejillas besando ambas.

—no seas tan empalagoso— bromeo y seguido de eso lo abrazo.

—¡chicos! voy a entrar ¿si? Cúbranse o algo— aviso Ansu.

—¿quien te dio la llave?— preguntó el canario viendo a Ansu quien tapaba sus ojos con sus manos.

—se la pedí a la chica de la recepción pero ahora se que sois novios procure tocar por si acaso— explicó Ansu.

—lo que digas— dijo Pablo. —¿a que vienes?— pregunto porque al parecer Ansu había llegado a cotillear viendo todo lo del cuarto.

—cierto, vine porque ya no me quedan calzoncillos limpios ¿me dejan unos?— Pablo solo rodó los ojos molesto.

—toma los de la mochila no los de la maleta— le indico el sevillano, Ansu rebusco entre la mochila.

—ah claro, quieres los mejores para estar con tu novio— se burló Fati y Pedri solo río. —espera ¿estáis desnudos?— pregunto horrorizado.

—no, ya vete— lo corrió Pedri.

—si, no quiero saber nada— salió casi corriendo imaginándose todos los escenarios.

—ya tenemos que arreglarnos— le dijo el canario palmeando su abdomen.

—5 minutos más— pidió Pablo.

—cuando terminemos la recuperación haremos lo que tú quieras— el sevillano asintió y se paró para arreglarse.

Pablo asintió y se levantó para cambiarse.

—¿no te vas a duchar?— pregunto Pedri.

—nah— el canario entrecerró los ojos y lo miró.
—bueno bueno— lo miro rendido.

Ambos se ducharon y bajaron abrazados demasiados empalagosos.

—buenos días— saludaron a su compañeros ambos.

Comieron lo usual y tuvieron una hora de recuperación y Luis Enrique les indicó que tendrían que ir con la fisio esa misma tarde.

—no podremos hacer nada en la tarde hoy— se quejó Pablo abrazándose a Pedri.

—lo se, que mal plan, quería salir a hacer algo— le dijo el canario y después cerró la puerta detrás de él.

—con el rato que tenemos antes de ir con ella, dedícame la tarde hoy, desperté como muy cariñoso hoy— pidió Pablo y se tumbaron en la cama en la que siempre dormían.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora