Capítulo XXXIV

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El helicóptero de Kakashi Hatake junto a toda su tripulación y un nuevo piloto que a Neji no le agradó para nada, aterrizó en un tejado cercano a uno de los edificios de apartamentos del complejo Hyuga a las aproximadas 19:37, temperatura 24º Celsius, clima nublado sin embargo, las nubes no daban señales de próximas precipitaciones. 

Todos procedieron a apearse del vehículo y dirigirse sigilosamente a el borde de la construcción de donde estaba aparcado el helicóptero, sin embargo seguía encendido y en marcha, debido a que este tendría que despegar lo más pronto posible para no levantar sospechas. Dado a que los edificios estaban muy juntos entre sí, no bastó más que un salto para cruzar del tejado a oficialmente, sobre la terraza de una construcción del complejo Hyuga.

Una vez que todos estuvieron sobre cemento firme, el helicóptero echó a andar y pronto se perdió en el oscuro cielo nublado. Los corazones de todos latían con rapidez y la adrenalina corría por sus venas. Hasta el mismísimo Neji Hyuga parecía nervioso, y las manos de Shikamaru temblaban con anticipación.

Se separaron tal y como acordaron (aunque no tanto ya que hubo cambios a último momento): Nara y Naruto revisarían la habitación de Hiashi en donde se encontraría la caja fuerte, mientras que Choji y el Uchiha irían a la oficina del jefe del clan, después Sakura, Temari y el castaño ojiperla rescatarían a Hanabi y Hinata. Al final se reunirían en el corazón del clan (la oficina de Hiashi) para dar con su paradero y finalmente asesinarlo. 

Era un plan muy hábil y más o menos bien hecho, no había margen de error y la verdad que a simple vista no parecía haber obstáculos que parecieran interferir, pero había que recordar que solamente era eso: simple vista. 

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<12 horas antes y 37 minutos antes (7:00 a.m)>

El pelinegro abrió los ojos temprano, ya que había escuchado un ruido bastante molesto, desde bien temprano se oían voces y un bullicio que honestamente lo aturdía y le terminó robando el sueño.

Se levantó de su cama y salió de la habitación para encontrarse un helicóptero estacionado en las afueras del motel. El ojiperla Neji hablaba/discutía con Kakashi, conversación que Shikamaru no pudo entender nada. Rodó los ojos e iba a volver al cuarto cuando escuchó la voz de cierto castaño llamándolo.

Shikamaru bajó las escaleras y caminó con las manos en los bolsillos hacia donde estaba Neji. Quien ni le dio los buenos días y simplemente comenzó a quejarse.

- Este imbécil. - Señaló a Kakashi. - Trajo a alguien más. - Dijo apuntando hacia el hombre quien estaba al volante, moreno y tenía unas curiosas marcas en forma de triángulo invertido en sus mejillas, luego se presentó como Kiba Inuzuka.

- Calma chico, calma. - Sonrió el peliblanco palmeando el hombro del Hyuga. - Mis niños son buenos y yo mismo me aseguraré que no salga nada de aquí.

- Eso no estaba en el trato. - Neji replicó enojado.

- Que yo recuerde nunca firmamos ninguno. - Se cruzó de brazos Kakashi.

- Y eso a mí qué, trabajan bajo mis órdenes ahora y nunca acordamos eso. - Lo imitó el ojiperla.

- No hay piloto más hábil y talentoso que Kiba, con todo respeto señor Hyuga. - Dijo Kakashi con aires de grandeza.

- Pff, como sea yo me largo, Nara quedas a cargo. - Sentenció Neji para luego caminar hacia la habitación del motel, Kakashi y el pelinegro observaron como esta se cerró de un golpe.

- No hay manera de negociar con el... - Dijo el peliblanco meneando la cabeza.

- Es muy terco, cuando quiere algo solo lo toma... - Rodó los ojos Shikamaru.

- Típico de los Hyuga... Oye, ¿de verdad crees que le moleste Kiba?

- Nah, es un dramático nada más...

- Si tu lo dices... Iré a preparar el resto de cosas. - Se despidió Kakashi, y Shikamaru tomó el camino devuelta a la habitación.

Abrió la puerta y se encontró al castaño fumando un cigarrillo y mirando por la ventana.

- ¿Qué quieres? - Dijo en tono molesto y cortante.

- Parece que alguien perdió el control de las cosas... - Respondió Shikamaru con una sonrisa arrogante, acercándose a el Hyuga.

- Yo no he perdido el control de nada, a veces la gente es demasiado estúpida como para entender cosas básicas.

- Si claro... - Dijo el pelinegro antes de apoyar su cabeza sobre el hombro del ojiperla.

- Eres una maldita molestia, vete de aquí. - Exclamó el castaño, exhalando una nubecita de humo proveniente de su boca.

- Échame... adelante. - Dijo el azabache en un tono juguetón.

Ambos se quedaron inmóviles por un par de minutos, Neji le daba una calada a su cigarrillo de vez en cuando y Shikamaru solo se quedó quieto, admirando la vista por la ventana e inhalando el humo del tabaco.

- Todo saldrá bien. - Suspiró el azabache, tomando el cigarrillo de los dedos del ojiperla y apagándolo en el cenicero de al lado. - No tienes por qué destruirte los pulmones desde ahora.

- No me digas qué hacer y qué no. - Zanjó el castaño cruzándose de brazos.

- Seguro... 

- Te odio y espero que te maten horrible en la misión de hoy. 

- Ok.

- Eres un fastidioso insoportable.

- De acuerdo.

- ¡Mierda Shikamaru contigo no se puede!

El ojiperla no alcanzó a terminar su oración por culpa de un beso robado del pelinegro.

- Di lo que quieras. - Hizo una breve pausa. - De los dos soy quien te odia más. - Sonrió Shikamaru.

Las mejillas del ojiperla se tornaron de un rosa pastel el cual no pasó desapercibido por el Nara, quien robó otro beso de sus labios para después reír suavemente.

- Te odio. - Dijo cortante el castaño.

- Yo también. - Respondió Shikamaru antes de besarlo de nuevo.

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El equipo se adentró al edificio, a paso lento y cuidadoso he iban justamente a separarse cuando terminaran de bajar las escaleras de los inmensos rascacielos en el complejo Hyuga. Los escalones se hicieron eternos para la mayoría, menos para Neji, quien solía verlos como parte de su rutina diaria.

Al final decidieron tomar el elevador para bajar los últimos cinco pisos. Justo cuando el elevador iba a frenar, Temari sacó sus dos revólveres y los apuntó contra todos.

- Suelten sus armas, todas. - Sentenció con rudeza.

Las puertas del elevador se abrieron y se encontraron con un equipo de al menos doce guardias esperándolos, entre ellos se hizo paso Hiashi Hyuga.

- Neji... Hyuga... Al que creíamos muerto está justamente frente a nosotros. - Sonrió sínicamente el jefe del clan.

Temari le proporcionó un culatazo con en revólver al ojiperla en la espalda, tumbándolo de rodillas con una queja de dolor. Shikamaru quiso intervenir pero pronto fue sujetado por los guardias, al igual que todo el equipo. Temari salió del ascensor y se colocó a la izquierda de Hiashi.

- Llévenselos. - Ordenó Hiashi a los guardias quienes obedecieron y comenzaron a arrastrar a todos hacia un lugar desconocido, pero absolutamente familiar para Neji: El Calabozo.


Rosas & Sangre (Shikaneji/Nejishika Mafia AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora