30° ¿Quién es Damon?

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Maratón 1/3

Kaem

Una semana ha pasado desde que me enteré que seré padre de gemelos, han sido días en los cuales he tenido que fingir estar de acuerdo con la noticia, al principio lo ansié, pero ahora prefiero mil veces la salud y el bienestar de mi mujer. Sentado en mi oficina de Fármacos Industry Ivanov revisando algunos papeles sobre la exportación de algunos medicamentos que siempre han circulado en el mercado. La puerta se abre agresivamente por la menor de los Ivanov con una preciosa sonrisa tan dulce y angelical; Sasha corre hacia mi dirección y me abraza con fuerza cayendo sentada en mis piernas, me pongo en pie con ella encima regresando el gesto de cariño. Ella llegó dos días después de lo ocurrido pero tuve que viajar repentinamente a China por algunos asuntos, así que no pude recibirla.

Su risa son ondas que llegan a mi sistema auditivo haciendo que mi corazón se sienta tranquilo de tenerla aquí.

— Mi manzana acaramelada, que bueno tenerte aquí. — le digo cuando la bajo y beso su frente.

— Yo también te extrañé hermanito. — sonríe — Felicidades por los gemelos, Lianys me dió la noticia ayer cuando fui a visitarla.

Le regalo una sonrisa de boca cerrada.

— Gracias. ¿Cómo te han tratado en el comando? — cambio de tema drásticamente.

Ella suspira y se tira en el sofá de cuero exageradamente soltando un suspiro que siento que le salió hasta de alma. Camino hacia el mini bar y me sirvo coñac, es temprano pero lo necesito.

— Todos en la OEFAM me tratan muy bien, más el general...

— ¿George? ¿Sigue vivo ese imbécil?

— Sí Kaem, él continúa con vida pero tuvo algunas quemaduras en su cuerpo y está de reposo. El General Coper es quien está a cargo ahora ya qué Bruno tampoco está habilitado para ello. — dice mirándose sus largas uñas naturales — Muchas vidas fueron ejecutadas y de algunos inocentes también.

— Son daños colaterales, Sasha. — hago desdén.

— Estoy muy clara de eso, hermano. He visto cosas peores en la mafia pero ahora que he estado dentro de la milicia veo algunos de sus objetivos y no puedo negar que me gusta. Si yo no hubiera crecido en la mafia, estoy convencida que me hubiera enlistado.

Tenso la mandíbula.

— ¿Quieres cambiarte de bando, Sasha? — mi voz sale con dureza, más de lo que tenía previsto. Ella se sienta enseguida con los ojos saltones y las manos en los muslos más tensa que yo, baja la cabeza ya que le intimida mi fuerte mirada y no musita palabra — ¿Acaso ahora desprecias el apellido que te ha acogido? ¿A la familia de criminales qué ha dado todo por ti?

— No... no, yo solo...

— ¡¿Tú solo qué?! — lanzo el vaso contra el librero cayendo hecho añicos en la alfombra — Te dejé ir a la maldita OEFAM como infiltrada por un solo motivo, ¿recuerdas cuál era?

— Traer valiosa información para atacar desde adentro. — dice con voz baja que casi no logro entender bien.

— ¡Deja de balbucear y habla con voz firme! — vocifero.

— Traer información valiosa, hermano.

Me acerco a ella con la mano en los bolsillos pero sin perderla de vista, Sasha al ver mis zapatos muy cerca de ella, sube la cabeza con los ojos cristalizados.

— Recuerda que aparte de ser tu hermano, también soy tu jodido Boss ¿Estamos? — asiente — Vete para la casa, no te quiero ver. Y para el comando no vuelves.

Kaem: Perversión En La BratvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora