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DALTON
Habían pasado alrededor de dos días después de haberme sometido a mis cirugías, sentía una presión en mi pecho como si algo estuviera ocurriendo, temo por Taz pero ahora solo quedaba esperar hasta el punto en que ambos nos recuperaramos para continuar conociéndonos. Su enfermedad no fue un impedimento para que continuaramos tratando de ser una familia, Taz es la única persona por la que estoy dispuesto a seguir luchando, mi hermano es por quién incluso hubiera donado mi corazón.
Mientas miraba por el ventanal el paisaje caluroso que se miraba escucho la puerta de la habitación abrirse haciéndome voltear encontrándome con la mirada de Hannah.
- ¿Qué haces aquí?, creí que estarías al pendiente de Taz - Alzó una ceja mirándola fijamente pero ella ignora mis palabras acercándose hacia la camilla en la que estaba acostado.
- Quiero entregarte algo, pero antes necesito que estés tranquilo, mantén tu mente en blanco e intenta entenderlo, ¿de acuerdo? - Suspira.
- ¿Taz está bien?, dime qué salió bien de su trasplante - Me intento levantar de la camilla pero Hannah me detiene asintiendo algunas veces.
- Dalton, Taz no se sometió a ningún trasplante - Deja de hablar por algunos segundos y después continúa hablando -. Él dejo unas cosas para ti, no dejaré que afrontes esto solo
Me extiende un pequeño sobre junto a dos más pero con la diferencia de que estos eran más grandes con un contenido algo más pesado. Sin seguir entendiendo lo que ocurre abro el sobre más delgado y arrugando un poco la hoja empiezo a leerla empezando a sentir un nudo en la garganta.
|Carta|
" Hey, chico malo espero que no me odies después de lo que estás apunto de leer ni tampoco me desprecies por haberte mentido.
Quizás ahora mismo estés en algún lugar leyendo la carta de tu estúpido hermano entregada por Hannah, me estoy lamentando por no estar frente a ti para ver la reacción que tengas ante esto, me lamento por no verte cumplir tus sueños. Todo ha sido culpa mía hermano, claro que no quería dejarte solo ante esta vida de mierda pero ahora debes prometerme en este momento que seguirás luchando por más tontos que parezcan tus sueños, listo, lo has prometido.
Te he dejado dos sobres, el que contiene el número uno es para que puedas comprar un lugar donde puedas vivir dignamente, espero que en mi próxima vida pueda disfrutar de un buen departamento tuyo. El segundo sobre es para que puedas luchar por aquel sueño que tengas, jamás supe que era lo que querías hermano pero desde donde sea que esté sabré que era lo que querías, me faltó tiempo para conocerte mejor. Perdóname, te pido disculpas desde lo más profundo de mi corazón. Prometí no ser como nuestros padres y al final terminé siendo como ellos.
¿Sabes?, hay algo que me gustaría que hicieras por mí. Siempre quise ir a esquiar a Canadá, lamentablemente no pude cumplir con ese último momento que me hubiera gustado compartir contigo y con Evan, gracias por demostrarme que el amor de familia en cuestión de poco tiempo si existe, eras por quién quería seguir vivo y ahora mírame, en otro mundo mientras tú lees la miserable carta de tu idiota hermano. Siempre que puedas visita el futuro toque amargo, anhelaria saber qué tú y Evan mantienen una comunicación firme, al final ustedes dos son los únicos que me hicieron amar mi vida en días.
Te quiero hermano, nos veremos en un momento quizás algo lejano pero siempre estaré esperándote.
Podrás sobrellevar esto, confío en ti :) "
Mi mirada se fija en Hannah y ella hace una mueca desviando la mirada, aprieto fuertemente contra mi pecho la carta y enseguida aviento los sobres con el dinero, el dinero no comprará los momentos que podría haber tenido con él, me prometió que ambos nos someteriamos a dichas cirugías para que al final ambos estuviéramos unidos.
Ese cabrón supo mentirme de la mejor manera. Maldita sea Taz, en este momento no sabes cómo te estoy odiando pero... sabré cuidar de mí, me demostraste que siempre hay que estar bien frente a todos ya que es la única clave del éxito, estar bien frente a todos y mostrar tus temores cuando no hay nadie, estabas sufriendo y jamás lo demostrabas. Es egoísta haber querido que te quedarás a mi lado cuando en realidad había algo que te estaba matando, donde sea que estés espero que me perdones.
