prólogo

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Mi vida es una mierda o almenos la anterior solía serlo.

Comenzando con que yo no debí haber nacido en ninguna de mis dos vidas.

En la primera pues... No es normal que tú esposa te diga que está embarazada con tres meses si tú te hiciste la vasectomía hace más de un año, no a de ser muy esperado la verdad.

Desde el principio comencé con el pie izquierdo, mi nacimiento fue un "milagro" o mejor dicho un tarro mal pegado, ninguno de mis "padres" me quería, el hombre con el que estaba casada mi "madre" se tragó el cuento de que habían abusado de ella y yo era el fruto de una violación, "violación" que estoy más que segura su mujer disfrutó bastante, ella pues me culpaba de haber perdido su envidiable figura, 100% cirugía plástica a mi parecer.

Debido a que los dos idiotas cuando yo aún no nacía trataron de abortarme de maneras no muy recomendables yo nací "diferente"
Muchos hipócritas dirán "no a de ser para tanto", pués entonces los invito a que os deformeis hasta que vuestras frentes abarquen más de lo podéis tapar con las manos que se volvieron tan pequeñas cómo las de un niño de 10, que cojáis un cuchillo y con el estiren una de las comisuras de sus bocas casi llegando a la oreja, que les salga una enorme y horrible joroba en la espalda y los pies virados en ángulos casi imposibles.

Claro lo físico no fue lo único que era "diferente"

Mi cerebro tenía una capacidad de procesamiento menor al promedio y una terrible memoria, tenía que pasar días concentrada arduamente en un mismo tema para poder recordarlo aunque ésto me provocará terribles jaquecas, mientras algunos aprendían a sumar yo trataba de pronunciar bien las palabras, mientras otros corrían yo estaba sujetando me débilmente de las paredes para poder caminar sin irme a los lados, el único que siempre estuvo ahí para mí fue mi abuelo ese pobre anciano era mi mundo, el no se rindió conmigo aún cuando muchos me dieron por caso perdido, cuando me fui a vivir con el obviamente mis padres no se negaron, se veía a leguas que buscaban una excusa para deshacerse de mi, el me hizo la niña más feliz del mundo, siempre se las ingeniaba para sorprenderme.

Se esforzó tanto por mi que inclusive me llevó a la ciudad y gastó varios de sus ahorros en pagar mis cirugías con médicos de verdad.

corrigieron cuanto pudieron la posición de mis piernas y joroba, mi sonrisa y lo que más me acomplejaba mi intelecto, lograron dar con la causa de mi retraso un horrible tumor que gracias a todos los santos lograron extraer sin complicaciones antes de que fuera demasiado grande, no es como si después de eso me haya convertido en una superdotada de la noche a la mañana como en muchos mangas y animes, por el contrario pasé por un largo periodo de recuperación y entrenamiento físico y mental para desarrollar mis capacidades al máximo.

Cuando cumplí los 20 años ya podía hacer con normalidad todo lo que una persona de mi edad debería hacer, por fin me sentía satisfecha conmigo misma, todos los días me esforzaba y estudiaba de todo de una manera muy comprometida, no quería recaer y ser como antes, pero también me hacía un tiempo para aprender de mi abuelo y sus tradiciones, mi abuelo era un practicante de vudú, adoraba muchas religiones y culturas y por obvias razones yo acepté su propuesta de ser su sucesora, mi abuelo era todo para mi si el me quería enseñar o pedir algo lo escucharía y obedecería ya que el siempre quiso lo mejor para mi, seguí con sus tradiciones y conjuros raros que llegue a entender y apreciar aún después de su muerte.

Murió víctima del COVID 19, yo me quedé con el hasta el final, su hija mujer que me trajo al mundo sólo apareció meses después cuando el abogado nos había convocado a una reunión "familiar" para leer el testamento, testamento que me dejaba a mi todos los bienes, desde la casa y todo su contenido, hasta el dinero y documentos sobre bienes raíces.

Mis padres por primera vez se comportaron amables, malditos parásitos, sólo querían la herencia, me presentaron a su "hijo" el cuál sólo me hacía bullying, traté de irme pero no sé a quién sobornaron pero dictaminaron que no podía cuidarme por mi misma debido a retraso mental, así pasaron los meses y un día simplemente no se que paso estaba terminando leer el último libro de la saga Harry Potter, regalo de mi querido abuelo, cuando apareció Jonathan hijo adoptivo de mis padres y como siempre comenzó a molestarme cómo siempre iba a ignorarlo pero me quitó el libro, le pedí que me lo devolviera, me puse histérica al ver como lo rompía, y antes de darme cuenta Jonathan estaba en el suelo, cubierto de sangre y una extraña sombra muy particular se aferraba de manera cariñosa a mi hombro, los gritos desesperados de la mujer no llegaban a mis oídos, pero supe que todo cambiaría para mí desde ese momento.

Esa fue mi historia como Maya Guzmán con un final no muy satisfactorio.

Ahora les contaré mi nueva historia.

La historia de una Weasley.

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