Dicen que los años universitarios, son siempre los mejores de todos. Yo podía dar fe de aquella frase hace un tiempo, cuando recibí la noticia de que mi universidad soñada me había aceptado. Debido a mis habilidades en la natación, me había ganado una beca completa en La Universidad de Seúl. Mi felicidad era tan grande, que esta no me cabía en el pecho. Yo andaba por ahí tan lleno de mí mismo, teniendo las mejores marcas en natación.
En menos de un año ya era el suplente de capitán, con la promesa de ser capitán el año siguiente. Siendo yo de segundo año, iba a ser un logro para mí. Logro que empezó a peligrar, cuando vi llegar al nuevo este año. Un grandulón que había aparecido ante nosotros, llegando hasta nuestra universidad desde el extranjero. No lo considere un peligro tan grande a primera instancia, pero al verlo ganarme a la primera oportunidad, mi idea de él cambio en su totalidad.
Antón hizo que todos se enamoraran de el en un par de meses, lo colocaron como mi sub capitán debido a ello. Su presencia no me hacía sentir apoyado en lo absoluto, en realidad me hacía sentir en peligro. Era muy inmaduro para ser sub capitán del equipo, tenía esos típicos malos hábitos de persona de mundo. Nuestras ideas chocaban casi un noventa por ciento del tiempo y había sido toda una maroma fingir que nos agradábamos. Éramos dos polos opuestos, no tenía sentido que estuviésemos tan cerca. Incluso ahora era mi compañero de piso, la administración de mi universidad no le había encontrado otro lugar que el mío.
Tenerlo en mi piso siempre ha sido un grano en el culo, especialmente porque no respeta el espacio personal. Siempre anda buscando la oportunidad de tocarme, lo peor es lo rápido que me he acostumbrado a todo esto. El cómo pasa su mano por mi cintura cuando vemos televisión o la forma en como aprieta mis muslos debajo de cualquier mesa. Estoy convencido de que aprieta su entrepierna contra mí culo, cada que busca algo en la alacena. Aprovechando mientras lavo los trastes, se demora su tiempo colmando mi cordura.
Creo que hay una extraña tensión sexual entre nosotros, nuestras miradas no mienten en lo absoluto. Él parece desnudarme cada que me ve, desnudarme para luego hacerme el amor. Cómo puedo fingir que no noto eso en su mirada, lo que siento cuando eso pasa. Estando en la completa soledad de mi cuarto, decido dejar que me gane esta sensación de deseo en mi cuerpo. Me encargo de responder a esa fantasía que tengo, de rendirme completamente ante sus juegos retorcidos.
Mi mano acariciando el empalme en mis pantalones, dando círculos sobre la tela levantada. Un gemido ahogado se escapa de mis labios, que tiemblan violentamente de lo ansioso que estoy. Bajo mis pantalones hasta mis muslos, mi erección se topa contra mi estómago. Estoy tan duro que duele, no dudo en atender mi palpitante erección. Paso mi mano a lo largo del falo hasta llegar al tope, aprieto casi estrangulando desesperado.
Estoy siendo errático con esto, pero, la idea de que es su mano llega a mi mente. Su gran mano envolviendo mi polla, apretándola a su gusto, mientras me observa suplicar por más. Puedo imaginar su sonrisa coqueta solo para mí, sus ojos devorándome vivo. El pre semen se riega entre mis dedos y aprovecho para usarlo como lubricante. El sonido de chapoteo se escucha por toda la habitación, combinado con mi respiración irregular. Los gemidos que se escapan de mis labios, más una que otra maldición hacia su nombre. Se siente tan bien pensar en que me estoy follando su mano, que me hace considerar que algo así llegue a pasar.
_Chanyoung... _ Un gemido con su nombre se deslizo de mis labios.
Me gusta su nombre en coreano, me gusta cómo se escucha cuando lo gimo. Me gusta la idea de que incluso me escuche, a este punto ya estoy demasiado excitado. Olvido todo a mi alrededor, incluso la sensación de que estoy siendo observado. Sigo con mi tarea de embestir contra mi mano, de acelerar el movimiento que tengo contra mi falo. Voy sintiendo ese cosquilleo divino, ese que viene subiendo en mi estómago. Abro mis ojos sintiéndolo, estos ruedan en blanco mientras acelero.
ESTÁS LEYENDO
Bell || Wonton
FanfictionLa tensión sexual está ahí, si yo la siento entonces también tú. Solo es cuestión de que sedamos, en algún momento tendrá que pasar.