🔞Un hada en mi Jardín 🔞Kookmin || Finalizada

Capítulo 14

Jeon Jungkook

Desperté muy temprano, Jimin no estaba en la cama, me estiré como de costumbre, después arrastré mis pies al baño para lavarme la cara y los dientes. Me dispuse a bajar a la cocina para buscarlo pero para mi sorpresa mi padre estaba sentado en la mesa principal bebiendo café mientras que mamá con ayuda de la servidumbre horneaba galletitas. Parpadee desconcertado ante el suceso extraño, ¿qué hacían ellos en la casa?

—¡Buenos días, mi niño! —Saludó mi mamá con una sonrisa radiante en el rostro.

—¿Por qué no están de viaje? —le pregunté a papá ignorando el saludo de mi mamá y buscando a Jimin con la mirada.

—¿De viaje? —preguntó mi papá dejando el móvil en la mesa para ponerme atención.

—Sí, viaje de negocios. Siempre están fuera de casa y que estén aquí me parece extraño...

—Pero nosotros trabajamos aquí en Seúl para pasar tiempo contigo. ¡jiwoo, tú hijo está actuando extraño! —Le gritó a mamá.

De pronto recordé las palabras de Kim Taehyung "Si desaparezco todo lo que te he concedido desaparecerá, incluido Park Jimin" También recordé que al cumplir quince años le pedí de deseo que mis padres trabajaran fuera de la ciudad para que me dieran privacidad y no estuvieran de encimosos conmigo pero al estar en la casa actuando tan natural me di cuenta de que mi deseo había desaparecido. Cerré los ojos imaginando lo peor, después subí corriendo para tomar mi móvil y llamar a Jimin pero su contacto había desaparecido. Con el corazón acelerado volví a bajar las escaleras saliendo de la mansión para ir a la de la familia Park.

Sentí que mi corazón se detuvo cuando me percaté que en el par de hectáreas en las que estaba construida la enorme casa de la familia Park estaba un campo de golf para las familias más adineradas de Seúl.

Sin previo aviso comencé a llorar desconsolado cayendo de rodillas en el pavimento y llamando la atención de los curiosos que pasaban por ahí. Pero no podía dejarme vencer, tenía que ir a la preparatoria y averiguar si iba en mí mismo salón. ¡Tal vez ahí lo encontraría!

Así que me limpié las lágrimas con brusquedad y decisión, me sorprendió que mis padres me llevaran a la escuela, ellos parecían amarme mucho por eso me sentí culpable de haber deseado que se fueran de viaje. Creo que ahora que estaba más grande podía entenderlos un poco más.

Entré a la institución mirando por todas partes, tratando de buscar a mi Jimin, pero no estaba...

Con un nudo en la garganta entré a mi aula, sonreí al ver a Lee Min Yu, quien contaba fervientemente a nuestros compañeros un sueño que tuvo la noche anterior.

—¡Les juro que parecía tan real, incluso ahora que lo cuento se me eriza la piel! —dijo tocándose los brazos.

—¿Por qué se te eriza la piel? —le pregunté al entrar al salón y todos se me quedaron viendo.

—¿El callado Jeon está hablando? —preguntó Haneul acercándose a mí para quitarme una pelusa falsa del hombro.

—No lo asustes Haneul, deja que se integre siempre está en la esquina dibujando garabatos —dijo Lee Min Yo.

¿En la esquina dibujando garabatos? Yo siempre estaba con Jimin...

—Anoche soñé que moría en un accidente automovilístico, por suerte fue solamente un sueño —dijo aliviado, asentí con la cabeza comprendiendo que incluso eso que no desee que le sucediera se revirtió. Lo que significaba que cada cosa que Kim hizo con su magia desapareció.

—¿Conocen a un chico llamado Park Jimin? —pregunté esperanzado.

Mis compañeros se vieron los ojos a los otros en búsqueda de respuestas para después negar con la cabeza. Rendido me dirigí a mi lugar en la esquina, supuse que era ese porque ellos lo mencionaron antes. Me puse mis audífonos mirando a la ventana, recordando las travesuras de Jimin, sus risas, sus llantos, recordando la vez que nos peleamos, las veces que follamos tan deliciosamente, recordando el inmenso amor que sentía por mi muñequito. Lágrimas tramposas resbalaron por mis mejillas sin pedir permiso y yo salí del salón corriendo hacia la enfermería, quería ir a casa para llorar. No quería que me vieran en ese estado, era shockeante saber que la noche anterior dormir en los brazos del amor de mi vida y que hoy al despertar ya no estaba en mi vida.

La enfermera me dejó ir a casa, mis padres me cuidaron sin saber exactamente qué era lo que me sucedía pero me tuvieron paciencia. Bajé de peso, unos diez kilos, pedí el cambio de escuela, no quería recordar a Jimin, no quería que mi corazón siguiera sufriendo. Me gradué de la preparatoria, apliqué a la universidad de Seúl, recordaba cada puto día de cada semana, de cada mes, de cada año a mi Jimin. Lo buscaba en todas partes, lo confundía con transeúntes pasando vergüenzas innecesarias, crucé primer año de finanzas, segundo año, tercero y cuarto...

Fui a fiestas, fui a bailes, besé otros labios pero absolutamente nada ni nadie podía borrar la huella que Park Jimin había dejado no solo en mi cuerpo, sino; en mi corazón.