10 cosas que odio de ti - Jenlisa G!P

Capítulo 11

Nayeon y Rosé iban de camino al bar donde Lisa iba algunas noches a divertirse.

-Linda moto.— Dijo uno de aquellos tipos musculosos en forma de burla.—

-Gracias.— Respondió Nayeon de manera orgullosa ante aquel cumplido, causando gracia en las personas que la rodeaban.—

Nayeon estacionó mejor su moto y entraron con algo de miedo en busca de una pelinegra. Dentro del bar se veía borroso por la cantidad de humo de cigarrillo y la luz tenue no ayudaba. El lugar estaba lleno de motoqueros que intimidaban con la mirada.

-Vaya ¿los bares son así?.— Preguntó Rosé y tomó un caramelo de la barra, enseguida Nayeon le golpeó la mano haciendo que la rubia tirara el dulce.—

-No toques nada, o te dará hepatitis.—

Después de lo ocurrido, siguieron caminando hasta la zona de pool, donde se encontraba Lisa en una mesa de billar con una cerveza a su lado y un cigarrillo en la boca. No dudaron en acercarse a ella, teniendo cuidado de no causar problemas con nadie a su alrededor.

-¿Qué tienen para mí?.— Preguntó la pelinegra después de lanzar un tiro perfecto, se enderezó para mirar a ambas chicas.—

-Mmm un vistazo al interior... de una chica muy complicada. — Dijo la rubia mientras Lisa bebía de su cerveza.—

-Disculpa.— Nayeon la interrumpió.— Una pregunta antes de comenzar. ¿Puedes beber alcohol si no tienes hígado?.— Señaló su cerveza.—

-¿Qué?.— Lisa preguntó molesta y sin entender.—

-Nada. Nada.— Nayeon respondió enseguida y completamente nerviosa.—

-Bien, lo primero. Jennie odia a las
fumadoras.— Rosé dice mientras le quita el cigarrillo de la mano y lo tira al suelo para pisarlo con el zapato.—

-Estás diciéndome que seré una "no fumadora"?.—

-Sí. Sólo por ahora.— Respondió enseguida Nayeon.—

-Y.... — Alargó Rosé.— Hay otro problema, Jisoo dijo que a Jennie le gustan las chicas lindas...—

Lisa miró a Rosé algo perpleja por unos minutos. La rubia la miraba sin entender.

-¿Me están diciendo que yo no soy una chica linda?.— Preguntó asombrada.—

-No... no. Es una tipa hermosa.— Nayeon le decía a Rosé mientras señalaba el rostro de la pelinegra.—

-No estaba segura, no sabía.— Se excusó rápidamente al ver el rostro serio de Lisa.—
Mmm, está bien. Aquí está esto.— La rubia habló de nuevo mientras sacaba una hoja de papel de su bolsillo.— Aquí están sus... gustos.— Se aclaró la garganta y leyó.— Comida tailandesa, poesía feminista y la música para chicas enojadas del rock hindú persuasivo. Esta es una lista de algunos discos que tiene en su habitación.— Le entregó la hoja de papel a Lisa.—

La pelinegra examinó unos segundos la hoja antes de hablar.

-¿Así que le compro fideos, libros y me siento a escuchar a una banda que no sabe cantar?.— Dijo neutra.—

-¿Has ido alguna vez al "Club Zorrillo?.— Preguntó Nayeon y Lisa la quedó mirando con la boca levemente abierta.—

-Su banda favorita tocará ahí mañana.— Interrumpió Rosé y la mayor negó con la cabeza.—

-No puedo dejar que me vean en el "Zorrillo".— La rubia la interrumpió.—

-Pero ella estará ahí, tiene entradas.—

-Escucha, tortura tu oído por una noche.— Dijo Nayeon comprensiva.—

-Ella tiene ropa interior negra.— Mencionó Rosé para tratar de persuadirla.— Por si te interesa.—

-...- Lisa se quedó quieta mirando a la rubia analizando y estupefacta, nunca se imaginó que Jennie Kim tendría ese tipo de ropa interior.

-Wow, no viene mal, ¿verdad?.— Nayeon comenzó a reír y palmeó el hombro de Lisa para tratar de sacarla del trance en el que se había envuelto.—

[...]

Lisa estaba entrando al "Club Zorrillo", atrayendo la mirada de chicos y mayormente de chicas que se encontraban en el bar. Llevaba unos pantalones negros ajustados con una de las rodillas rotas, una camisa blanca de cuello alto que combinaba con la jacket negra de mezclilla y unos tenis gucci, su pelo azabache algo despeinado y eso bastaba para enamorar a más de una chica. Lisa miró hacia la pista en busca de Jennie cuando al fin la vio. Se quedó unos minutos contemplándola mientras bailaba cerca del escenario junto a su amiga, la pelinegra sonrió divertida y camino hacia la barra, en donde fue reconocida por el barman.

-Manoban, ¿qué estas haciendo aquí?.— Dijo el chico y la saludó chocando su mano con la de la pelinegra.—

-¡Iré por agua!— Jennie le gritó Jeongyeon, quien solo asintió sin dejar de bailar, ella seguía en su momento.—

Jennie se dirigió a la barra evitando chocar con alguien. Al llegar, pidió dos botellas de agua al barman. En su espera comenzó a mirar el lugar, era uno de los pocos clubes que frecuentaba y realmente le gustaba, la mayoría de sus bandas favoritas tocaban en ese bar. Miró al costado y vio a una pelinegra con gran presencia, quien rápidamente miró a otro lado.

-Magnífico.— Murmuró y esperó a que le entregaran las botellas de agua que pidió, las pagó cuando se las entregaron y se acercó a su acosadora.—

-Si viniste a invitarme a salir, de una vez termina...— Lisa la interrumpió.—

- ¿Te importaría? Estás arruinando esto para mí.— La miró y levantó su trago.—

Jennie no disimuló su asombro, usó otro tono en su voz y bajó un poco la guardia.

-No estás rodeada por tu típica nube de
humo.— Cambió el tema.—

-Lo sé. Ya no fumo. Aparentemente hace
daño.— Lisa aclaró su garganta y dejó su bebida sobre la mesa mientras que Jennie hizo un gesto que demostraba obviedad.—

-¿Tú crees?.— Dijo sarcástica.—

Hubo unos segundos de silencio entre ellas, solo se escuchaba la fuerte música del lugar.

-Estos chicos no son mejores que Bikini Kill o los Raincoats, pero no están mal.— Lisa dio un sorbo a su bebida y comenzó a caminar hacia la pista para ver mejor a la banda. Jennie frunció un poco el ceño ante su confesión y siguió sus pasos.—

-¿Has oído a los Raincoats?.— La castaña preguntó algo impactada.—

-¿Por qué? ¿Tú no?.— Mintió.— Te vi cuando bailabas, nunca te había visto tan sexy.— Al momento de decir tal cosa, la música cesó, dejando oír a todos la opinión de la pelinegra sobre el baile de la castaña y así provocándole una risa a todos.—

Ese momento hubiera sido uno de los más vergonzosos de su vida, pero la sonrisa que ahora le estaba dedicando Jennie valía mucho, era la primera vez que la veía riendo de verdad. Se limitó a imitarla sin apartar su vista de ella y de su linda sonrisa.

-¿Ven a la fiesta de Nancy conmigo?.— Lisa le pidió a Jennie, quien rodó los ojos sin borrar su gran sonrisa.—

-Nunca te rindes, ¿verdad?.— La miró por un momento mientras que Lisa volteaba a ver a la banda que empezaba a tocar de nuevo.—

-¿Eso fue un si?.— Preguntó volviendo a ver a la castaña, quien empezaba a caminar hacia su amiga.—

-¡NO!— Gritó Jennie y comenzó a alejarse.—

-¡¿Entonces fue un no?!— Lisa preguntó de nuevo escuchando la risita de Jennie.—

-¡No!—

Lisa sonrió como solo ella sabía hacerlo y levantó un poco más la voz para que Jennie la escuchara.

-¡Te veré a las nueve y treinta!— Jennie ya estaba desapareciendo entre medio de la gente.—

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