Día especial

#HioriDay

Era incómodo saber que pronto sería su cumpleaños, esperaba que ninguno de sus compañeros lo supiera, esa fecha siempre era muy incómoda para él.

Para Hiori, su cumpleaños era una fecha en la que se le recordaba lo que en realidad significaba para sus padres; nunca recibió un regalo que él quisiera, siempre eran cosas que sus padres imponían que debían gustarle, cosas relacionadas al fútbol. Sin amigos a los que pudiera invitar, la celebración de su cumpleaños era una cena con sus padres, una en la que ni siquiera podía comer pastel. Recordar todos esos cumpleaños aburridos lo deprimía, por lo que prefería ignorar que pronto cumpliría un año más de vida.

—¿Qué vas a hacer para tu cumpleaños? —La pregunta de Isagi lo tomó por sorpresa.

El chico que le gustaba y que le había ayudado a encontrar su pasión por el fútbol, se sabía la fecha de cumpleaños. Sintió un cosquilleo en el estómago, Isagi hasta para eso era tan amable; aun así, entró en pánico.

—Por favor, no le digas a nadie cuándo estoy de cumpleaños —pidió Hiori, recibiendo una mirada de confusión—. No quiero hacer nada ese día.
—Pero es tu día especial —contestó Isagi—. ¿Por qué no quieres hacer nada?

Hiori se quedó en silencio, era una buena oportunidad para celebrar a su gusto su cumpleaños, pero tantas heridas del pasado no le dejaban disfrutar del presente.

—Me alegra que sepas que se acerca mi cumpleaños —comentó Hiori, omitiendo dar una respuesta a la pregunta de Isagi, el cual se quedó en silencio mirando a su compañero.

Cuando el 30 de noviembre llegó, fue recibido por un llamado por parte de Anri, la cual lo llamó a su oficina, en donde lo esperaba con Isagi.

—Isagi pidió el día libre para ambos —comentó la mujer, con una sonrisa—. Espero que pases una buena tarde en tu cumpleaños, felicidades.

Hiori los miró con confusión, Isagi prefirió desviar la mirada, sin decir nada. En cuanto estuvieron fuera de las instalaciones de Blue lock, Hiori se atrevió a reclamarle.

—Y dices que yo soy el sádico.
—Quiero que disfrutes de este día —comentó Isagi—. Olvídate de que es tu cumpleaños, te llevaré a un lugar donde solo tendrás que divertirte.

Hiori miró con sorpresa a su compañero, el cual sonrió. Una hora después se encontraban dentro de un centro de videojuegos.

Jamás creyó que pisaría un lugar como ese en el día de su cumpleaños, lo usual era que sus padres lo obligaran a entrenar también en ese día. Hiori suspiró y decidió hacerle caso a Isagi, se olvidaría de la fecha y solo se divertiría.

Pasaron por distintos juegos, siendo los de matanza donde Hiori disfrutó más, quedándose más tiempo.

—Realmente eres un sádico —comentó Isagi.
—Diría lo mismo de ti, pero... —Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Hiori—. Hoy me he divertido mucho, gracias por traerme.
—Me alegro de que te estés divirtiendo. —Una sonrisa sincera se apoderó del rostro de Isagi, junto a una mirada cálida.

Siguieron divirtiéndose en los juegos, hasta que llegó la hora de regresar a Blue lock.

—Antes de que termine el día, esto es para ti —mencionó Isagi, entregándole a Hiori una pequeña bolsa de regalo—. No tiene que contar como regalo de cumpleaños si no quieres. —Hiori sonrió al escucharlo.
—Gracias, Isagi. Está bien que sea un regalo de cumpleaños, ¿puedo abrirlo?
—Claro.

Hiori abrió el regalo, sacando de la bolsita un pequeño llavero de oveja celeste. Una sonrisa se formó en su rostro al verlo.

—Está muy lindo.
—Feliz cumpleaños, Hiori.
—Muchas gracias, Isagi, por todo.

Isagi no tenía idea de que cada acción que realizaba solo provocaba que Hiori se enamorara más de él.

—De verdad te agradezco todo lo que has hecho por mí hoy —comentó Hiori, con una voz firme.
—No me gustaba la idea de que tu cumpleaños te pusiera tan triste, no sé qué pasó para que tu día especial te hiciera sentir así, pero quise reemplazar esos recuerdos y hacerte feliz.

Hiori se sonrojó con lo escuchado, mirando con mucha sorpresa a Isagi, el cual también estaba un poco sonrojado.

—Eres alguien especial para mí, Hiori —confesó—. Quiero verte feliz.

El nombrado no aguantó más y, dejándose llevar por completo por la emoción del momento, le plantó un beso en los labios a su amigo.

Isagi abrió sus ojos con mucha sorpresa, pero no lo rechazó. Llevaba días confundido con lo que sentía por Hiori, pero aquel beso fue suficiente para confirmarle sus verdaderos sentimientos.

En cuanto Hiori se separó del beso, fue consciente de lo que hizo; iba a hablar para pedir disculpas, pero Isagi inició un nuevo beso.

No fueron capaces de formular en palabras lo que sentían, pero los besos dados y las miradas compartidas transmitieron bastante. Con aquellos sentimientos desbordándose, regresaron a Blue lock, donde Hiori fue recibido con una fiesta sorpresa.

En vez de sentirse molesto, una gran sonrisa emocionada se apoderó de él; después de tantos años, Hiori por fin podía sentirse feliz de celebrar su cumpleaños, y todo gracias a Isagi.