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Los rayos del sol se asomaban desde la ventana del cuarto de Roier, este mismo estaba dormido, la luz hacía que sus grandes pestañas brillaran, sus labios tenían un tono rojizo y había un pequeño rubor en sus cachetes, uno color carmín, mientras respiraba tranquilamente.
La brisa de viento que pasaba desde su ventana que hacía que su pelo tuviera un ligero movimiento, poco a poco fue despertando a Roier, tranquilamente abrió sus ojos intentando no ver tanto el sol, bostezo y se estiró un poco, mientras se levantaba y ponía unas pantuflas, yendo de camino a su baño, entró y abrió un poco la regadera, mientras tomaba dos toallas y las dejaba a un lado, para después quitarse el bóxer que tenía puesto, ya que el dormía en ropa interior.

Al principio metía sus piernas, para ver si el agua tenía una buena temperatura, al verificar entró con todo su cuerpo al agua, empezando a tomar un poco de shampoo y untarlo en su cabello mientras cerraba la llave, comenzaba a hacer espuma el jabón, al terminar lo lavó con agua y empezó a tallar su cuerpo, lavándolo, quería asegurarse de estar limpio, ya que hoy saldría con Aldo y Osvaldo, sus mejores amigos.

Al terminar de bañarse comenzó a secarse con una toalla el cuerpo, poniendo al final esta enrollada en su cintura, mientras que con la otra secaba su cabello, mientras hacía esto salía del baño, gotas de agua pasaban por su piel, recorriendo desde su torso a su cintura, esa pequeña cintura que parecia más femenina que masculina, y esos muslos grandes que a cualquiera le darían ganas de apretar o morder, se veían como peluches.

Roier al llegar a su cuarto empezó a tomar la ropa que vestiría hoy, había elejido unos pantalones algo pegados color azul que resaltaban sus caderas y curvas, junto con una camisa de mujer rosa que era un poco olgada, mientras elegía unas pequeñas botas con un poco de tacón cafés.
Al elegir su ropa Roier empezó a cambiarse, se puso su ropa interior y la ropa que había elegido anteriormente, al terminar de ponersela empezó a maquillarse un poco, poniendo un poco de gloss en sus labios y un poco de rubor rosa en sus mejillas, terminando con un toque algo femenino, pero él no se preocupó en esconder eso, a el le gustaba verse y vestirse como una "mujer", era algo que no podía evitar.

Al ya estar listo fue a por un peine para peinarse su pelo, queria dejar su pelo crecer, pero los comentarios homofóbicos y machistas que recibía se lo impedían, le daba miedo ser rechazado por la sociedad de ahora, no quería ser una burla más de la gente.

Terminó de peinarse y se puso una pequeña bolsa para guardar sus cosas, ya estaba listo, había quedado con sus amigos en verse a las dos de la tarde (2:00 p.m), era la una y media de la tarde (1:30 p.m).
Decidió salir de su casa, prefería llegar antes a llegar tarde, él era alguien "puntual" por lo que se podría decir.

Había pedido un taxi, afortunadamente el conductor fue amable y le hablaba como "Señorita", algo que le agradó mucho a Roier, ya que la mayoría no le hablaba por el género con el cual se identificaba.

La voz del conductor sacó a Roier de sus pensamientos, ya habían llegado a la plaza en la cuál vería a sus dos amigos. Roier se despidió y le agradeció al chofer, para después pagar y escuchar un "Hasta luego señorita" y un carro arrancando.

Roier solo sonrió y se adentró a la plaza, quedó con sus amigos de verse en un restaurante de sushi, fué a ese  lugar y a lo lejos se encontró con Aldo y Osvaldo, al verlos corrió hacia ellos, los saludó y abrazó para después alejarse y mirarlos.

¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢́𝘴 𝘮𝘪𝘦𝘯? ¡𝘊𝘶𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘴𝘪𝘯 𝘷𝘦𝘳𝘵𝘦! - Dijo Osvaldo mientras reía un poco por el abrazo que le acababa de dar Roier - 𝘗𝘶𝘦𝘴 𝘯𝘰 𝘮𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘫𝘰 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥, ¿𝘛𝘶́ 𝘲𝘶𝘦́ 𝘵𝘢𝘭? - Dijo Roier mientras bromeaba un poco con Osvaldo.

Aldo, por otro lado, estaba totalmente perdido en sus pensamientos, miraba fijamente las caderas y curvas de Roier, especialmente su trasero, ese rebotaba un poco, haciendo que Aldo se quedara embobado en él.
Quería que Roier fuese solo suyo, haciéndolo gritar y gemir su nombre... Dejarlo sin caminar por una semana completa... Aldo se empezó a sonrojar y una voz lo sacó de sus pensamientos sucios.

¿𝘈𝘭𝘥𝘰? ¿𝘌𝘴𝘵𝘢́𝘴 𝘣𝘪𝘦𝘯? - Preguntó Roier preocupado ya que Aldo no había respondido ni reaccionado - ¿𝘌-𝘦𝘩? 𝘈 𝘴𝘪... 𝘌𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘣𝘪𝘦𝘯... 𝘚𝘰𝘭𝘰... 𝘔𝘦 𝘮𝘢𝘳𝘦𝘦... - Dijo Aldo con una sonrisas falsa y un sonrojo un poco notable, mirando a Roier.

𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂́...

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𝖧𝗈𝗅𝖺𝖺𝖺, 𝗊𝗎𝖾𝗋𝗂́𝖺 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗂𝗋 𝖾𝗅 𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈, 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗌𝖾 𝗂𝖻𝖺 𝖺 𝗁𝖺𝖼𝖾𝗋 𝗎𝗇 𝗉𝗈𝖼𝗈 𝗅𝖺𝗋𝗀𝗈, 𝖾𝗌𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗒 𝗅𝖾𝗌 𝗁𝖺𝗒𝖺 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈, 𝗂𝗀𝗎𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗌𝗂𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾 𝗅𝖾𝗌 𝖺𝗀𝗋𝖺𝖽𝖾𝗓𝖼𝗈 𝗉𝗈𝗋 𝖾𝗅 𝖺𝗉𝗈𝗒𝗈 ♡

𝟴𝟮𝟬 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀

"¿𝗣𝗿𝗲𝗺𝗶𝗼 𝗼 𝗰𝗮𝘀𝘁𝗶𝗴𝗼?" | 𝖠𝗅𝖽𝗈𝗂𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora