Historias Entrelazadas // McHanzo

1_Conocerlo

McCree y Hanzo se encontraron en una misión de Overwatch, donde tenían que infiltrarse en una base enemiga y recuperar unos datos importantes. Ambos eran expertos en sigilo y combate, pero tenían personalidades muy diferentes. McCree era un vaquero despreocupado y bromista, mientras que Hanzo era un arquero serio y reservado. A pesar de sus diferencias, pronto descubrieron que tenían algo en común: un pasado oscuro que los atormentaba.

Mientras avanzaban por los pasillos de la base, McCree intentaba romper el hielo con Hanzo, contándole chistes y anécdotas de su vida. Hanzo, sin embargo, se mostraba frío y distante, respondiendo con monosílabos o silencio. McCree no se rendía y seguía hablando, esperando encontrar algún punto de conexión con el arquero. Finalmente, le preguntó por su familia, sin saber que ese era un tema delicado para Hanzo.

Hanzo se tensó y apretó los dientes. Recordó el día que había matado a su hermano menor, Genji, por orden de su clan. Recordó el remordimiento y la culpa que lo habían consumido desde entonces. Recordó cómo había abandonado su clan y su hogar, buscando redimirse de alguna manera. No quería hablar de eso con nadie, mucho menos con un extraño.

- No es asunto tuyo - dijo Hanzo con frialdad.

- Lo siento, no quería ofenderte - se disculpó McCree, notando el cambio de tono de Hanzo.

- Déjalo, no importa - dijo Hanzo, tratando de ocultar su dolor.

McCree se quedó callado, sintiendo que había metido la pata. Quería arreglar las cosas con Hanzo, pero no sabía cómo. Decidió concentrarse en la misión y esperar una mejor oportunidad.

Llegaron a la sala donde se guardaban los datos que buscaban. Entraron con cuidado, pero se encontraron con una sorpresa: la sala estaba llena de guardias armados, que los apuntaron con sus rifles. Habían caído en una trampa.

- ¡Maldición! - exclamó McCree, sacando su revólver.

- ¡No hay escapatoria! - gritó uno de los guardias, disparando.

McCree y Hanzo se cubrieron detrás de unas cajas, intercambiando disparos con los guardias. La situación era crítica: estaban en desventaja numérica y sin refuerzos. Necesitaban una salida rápida.

- ¿Tienes alguna idea? - le preguntó McCree a Hanzo.

- Sí, una loca - respondió Hanzo, sacando una flecha especial.

- Me gustan las ideas locas - dijo McCree, sonriendo.

Hanzo disparó su flecha al techo, creando una gran explosión que abrió un agujero, subió y luego, le lanzó una cuerda a McCree y le dijo:

- ¡Agárrate!

McCree se agarró de la cuerda y Hanzo tiró de él, elevándolo por el agujero, escapó con McCree por el techo. Los guardias quedaron atónitos, sin poder creer lo que habían visto.

McCree y Hanzo corrieron por el techo hasta llegar al borde del edificio. Allí, vieron un helicóptero de Overwatch que los esperaba. Era el equipo de apoyo, que había llegado justo a tiempo.

- ¡Vamos, saltad! - les gritó Tracer.

McCree y Hanzo saltaron al helicóptero, que los recogió y se alejó de la base. Habían logrado escapar por los pelos.

- ¡Bien hecho, chicos! - les felicitó Tracer.

- Gracias, Tracer - le agradeció McCree.

- Sí, gracias - dijo Hanzo, con un tono más suave.

McCree miró a Hanzo y le sonrió. Hanzo le devolvió la sonrisa, con una leve sonrojo en sus mejillas. McCree sintió que algo había cambiado entre ellos. Tal vez, solo tal vez, había una posibilidad de acercarse a Hanzo.

- Oye, Hanzo - le dijo McCree.

- ¿Qué? - le preguntó Hanzo.

- ¿Te gustaría tomar algo conmigo cuando volvamos a la base? - le propuso McCree.

Hanzo se sorprendió por la invitación, pero también se sintió halagado. Pensó que McCree era un hombre atractivo y simpático, y que quizás valía la pena darle una oportunidad.

- Está bien - aceptó Hanzo.

- Genial - dijo McCree, emocionado.

- Pero solo una cosa - añadió Hanzo.

- ¿Qué? - preguntó McCree.

- No me hables de tu familia - bromeó Hanzo.

- Trato hecho - dijo McCree, riendo.