𝑼𝒏 𝑷𝒂𝒔𝒐 𝒂𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 | 𝑴𝒂𝒍𝒌𝒐𝒄𝒐𝒈𝒍𝒖 𝑩𝒂𝒍𝒊 𝑩𝒆𝒚 | TERMINADA

𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝕹𝖚𝖊𝖛𝖔 𝕬𝖒𝖔𝖗

Se inclinan con una sutil sonrisa la que no es ajena al gran Sultán, la mirada de amor y admiración de su padre se encontraba en ambos.

Ver a su hija con una reluciente sonrisa lo tenía contento, se daba cuenta que había tomado una buena decisión, había hecho las cosas bien.

Sus ojos azules se mueven a su lado, tarde se dio cuenta que a su lado tenía al verdadero hombre fiel a él, a su hija y al imperio.

— ¿Como están? ¿Como esta mi sultana?

— Muy bien padre.. me siento cansada la mayor parte del tiempo, pero estoy bien.

— El apetito le a cambiado su majestad. — el Bey decide mencionar con ligera burla — Lo único que hace todo el tiempo es comer o pensar en que comer.

Ve a los hombres reírse de ella lo que le ocasionaron un sonrojo audible bajando su mirada.

— Come todo lo que te pida mi nieto.. — sus manos tocan el abultado vientre, lo meses pasaban rápido — debe crecer fuerte y sano para ayudar a su Sultán en las guerras.

— Alá lo escuche su alteza.

— Amén. — sueltan al unísono padre e hija.

— Ahora nos marchamos padre, en pocas horas Mihrimah y Hurrem irán a nuestro palacio.

— Nos encantaría que nos acompañe su majestad, honraria nuestro hogar.

— Es lo que más me encantaría — se siente pena en sus palabras, deseaba ir, pero tenía algo más de por medio —, pero le prometí al príncipe Mehmet ir de caza, esta molesto por no tener una provincia.

— Hay que tener paciencia su majestad, mi hermano es impaciente.

— Aun así, creo que ya llego la hora hija.. ¿Que opinas Bali Bey?

Sus bellos ojos prestan más atención, que su hermano tuviese una provincia era la que deseaba, pero no cualquier provincia.

Guarda su compostura y solo espera escuchar a su esposo, el hombre que sabía las intenciones de su amada, estaba de su lado, quería lo mejor para él imperio.

— El príncipe Mehmet a demostrado mucha valentía y responsabilidad su majestad, estoy seguro que se merece una provincia.

— Yo también lo creo, el debía ser el primero en recibir una antes que sus hermanos.

— Pero si me lo permite alteza, aún no hay provincia digna para nuestro príncipe.

El entrecejo del mayor se une, no comprendía del todo a su yerno, las palabras, las intenciones, las cuales sabían que al final eran buenas.

Esto es captado por su niña, por la luz de sus ojos quien decide intervenir.

— Malkocoglu, tiene razón padre.. — los ojos azules correr a los miel — la experiencia de Mehmet es inmensa, en una provincia pequeña nuestro príncipe perdería el tacto.

— Todos empezamos así hija.

— Mi fuerte Sultán no, usted comenzó en Manisa para luego convertirse en nuestro gran Sultán del mundo.

— Manisa esta muy bien cuidado por Mustafa, confío en él.

— Todos confiamos en mi hermano padre.

Ve a su padre pensar, habían tocado el tema muy inesperadamente, podían dejar dejar evidencia sus intenciones.

Sus ojos caen en su esposo formando un suave movimiento con su cabeza, este le asiente con dulzura para dar un paso al frente.