EPÍLOGO

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Ojalá pudiera decirte algo, donde sea que me estés leyendo, si acaso lo estas haciendo, aunque ya no quede nada para decirte, ojalá pudiese hacerlo. Si pudiera llamarte, y tuviera la oportunidad de hablarte antes de que colgaras, seguiría sin saber que decirte, una paradoja interminable de idioteces quizá, realismo me gusta llamar a la ridiculez de extrañarte cuando menos lo aguardo, cuando parece que tu recuerdo finalmente se esfuma... jajaja como es graciosa la vida que me hace recordarte, como es irónica la existencia que me impide odiarte.

¿Hola?¿Me escuchas? ¿O seguirás, desde donde sea que te encuentres, fingiendo sordera?

No creo extrañarte en verdad, ¿lo sabes, no es cierto? Pero solo si así fuera, ¿sería justo pedirte sin trabas que me vieras a los ojos para confesarme que me extrañas? ¿qué en las madrugadas, cuando menos lo esperas, regreso a atormentarte entre delirios y somnolencia? ¿que tu también recuerdas mi tacto suave, mis palabras molestas, mis te quiero con pena, las peleas y tretas de niños que solían generarnos grandes ratos de deslumbrante jubilo y ahora solo estragos de tristeza? Dime si tu también emanas con nostalgia el pasado, y deseas siempre el poder regresar a ello, al menos soñando, para no ser la única idiota que vive en este témpano de locura funesta, donde no te extraño, pero la duda me carcome con descaro... ¿me extrañas o solo es la intuición de que recuerdas mis palabras cuando obscurece y mirando al cielo oyes mi voz susurrando que jamás estarías solo, porque aún cuando me haya ido, y mi odio te haya declarado, quizá aún te quiero, siempre en algún punto del tiempo, donde eras solo tu, donde no había dudas, donde no había más partes, donde en serio quise que fueses tú el final de los puntos y aparte?

¿Hola? ¿Has leído lo que he dicho? ¿Has entendido el mensaje? ¿A cuál de las partes va dirigida? ¿Y porque a todas en cierta medida, desearía dedicarles a todos estas palabras?

No se si son especiales, ustedes quiero decir, los cinco o incluso seis fragmentos ocultos en esto, el haberles querido no los hizo un gramo más o menos, pero me da curiosidad saber si era la forma en la que les veía... o no lo se, pensamientos graciosos que me visitan, supongo.

Un corazón puede ser muchas cosas, pero en manos de un artista, una genuina mina. Si amas grítalo en pintura, en poesía, no tengas miedo, solo dilo sin cobardía; si tienes miedo acéptalo, que no te pasme, por favor sigue moviéndote; y si te rompieron el corazón o tu mismo con ideas bizarras decidiste arrojarlo al abismo, conviértelo en arte, en llanto o lo que quieras. Pero no lo reprimas, por favor no te lo calles.

¿Hola? ¿Me recuerdas? Porque mi corazón tiene memoria, con sentimiento te recuerda, a aquel que quiso en guerra, aunque muchas veces solo fue unilateral, en palabras de muchos un episodio de esquizofrenia. ¿Hola? Dime si en algún momento algo, lo que sea, fue real.

Hola, me escuchas, me lees, me recuerdas, lo sé, no hace falta contestar. Sí, también te extraño si es lo que te preguntas, a pesar de ser polvo de recuerdos, un idílico sombrerero, un fantasma, un borracho, un sueño, un monstruo, o el mismo rey de las falacias; tenía mucho que no te saludaba, espero estes bien, y que después de todo esto sepas cuanto te amaba, porque se que sabes que poema es tuyo, lo sabes aunque tu nombre he omitido, los detalles o el contexto, lo sabes y yo lo he escrito. Adiós, lo digo porque nunca pude decirlo, no en serio, eso debes admitirlo, porque se que tampoco me odias, porque sabes que mis te quiero no fueron mentira, o mis palabras alentadoras que pensabas solo eran pantomima, adiós te digo desde mi sombra, adiós les digo a todos, supongo.


-L

Baladas melancólicas, de todo lo que nunca fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora