Capítulo 7: Abriendo el corazón.

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Fushiguro inhaló fuertemente para después dejar salir el aire. Mientras venía de regreso pensó mucho en cómo podría convencer a Gojo de que no lo enviara a otro lugar, creyó que iba a ser una tarea difícil considerando la poca comunicación que tenían; ahora que Satoru le abría esa oportunidad de expresar sus sentimientos lo tomó como la última oportunidad que tenía para permanecer con él.

—Me hubiera gustado tener otro tipo de vida si soy sincero… —era triste que a su corta edad tuviera que decir eso, pero era la realidad— una donde pudiera estar con mis padres, que no hubiera pasado todo lo que pasó, pero… —al niño le costaba mucho expresar que apreciaba mucho a Gojo y que agradecía el hecho de que estuviera con él— los años que he estado contigo no han sido tan malos y quisiera… quisiera poder seguir viviendo así  —hundió más la cabeza entre sus piernas al decir eso, no quería que el otro lo viera al expresar sus emociones.

Satoru lo miraba con atención, también con temor de hablar.

—Cuando te vi llorando en tu habitación pidiendo a tus shikigamis que no te dejaran solo me sentí la peor persona del mundo… No te traje aquí para que te sintieras así, al contrario, quería ser una buena compañía para ti… perdoname, Megumi, perdoname por no poder ser lo que realmente necesitas.

El niño levantó el rostro para verlo al escuchar sus últimas palabras. Ahora podía darse cuenta que no era el único afectado con toda esta situación.

—Yo solo… —no pudo aguantarle la mirada y tuvo que mirar hacia otro lado— tengo miedo de que un día te canses de mí y me abandones… —su voz empezó a entrecortarse con la última palabra, pero trataba de aguantar las ganas de llorar— me esfuerzo para ser fuerte, te lo juro, pero… pero a veces solo quiero sentirme seguro de que alguien va a estar ahí… siempre —una lágrima escapó de uno de sus ojos, pero rápidamente se la quitó con una mano.

—Megumi… —pasó su brazo por encima de los hombros del menor como una forma de acercarlo a su cuerpo, lo hizo despacio, con temor al rechazo, pero cuando vio que el chico no lo alejaba se permitió apretarlo un poco más a modo de abrazo—. Te prometo, en verdad te lo prometo, que yo nunca te voy a dejar solo.

Fushiguro sintió la calidez del abrazo y la honestidad en las palabras de Gojo, así que se permitió recargar su cabeza en el pecho del más alto.

Al sentir cómo se recargaba en él Satoru sintió una emoción muy bella, sintió que dentro de su corazón había un cariño muy grande hacia ese niño y deseaba más que nunca enmendar el error que había cometido con Suguru; esta vez sí se aseguraría de cuidarlo y estar al pendiente de cualquier cosa mala que pudiera pasarle al niño que había elegido proteger.

—Y vamos a hacer lo que a ti te parezca mejor ¿está bien? Tú vas a decidir si quieres seguir conmigo o si quieres ir con tu herma… —se interrumpió, pues recordó que Megumi le había dicho molesto que no era su verdadera hermana— con Tsumiki —corrigió.

Fushiguro se reincorporó para  volver a ver a Satoru, quitando con esto el abrazo en el que lo tenía.

—A Tsumiki la quiero mucho, nos hicimos compañía y nos cuidamos el uno al otro cuando nuestros padres se fueron… Mi madre murió primero, no tengo recuerdos de ella en realidad… después mi papá y la mamá de Tsumiki se juntaron, supuestamente tenían una relación pero… todo era bastante violento… No puedo decir que era feliz en ese momento, pero a pesar de todo quería mucho a mi papá… sentía que de una u otra forma él me quería y se preocupaba por mí, bueno, a veces… —bajó la mirada—. Un día simplemente ya no regresó. La mamá de Tsumiki empeoró su actitud con nosotros a partir de eso hasta que un día también se fue y tampoco regresó. Mi hermana la esperaba con ansias cada día, yo no era tan optimista como ella pero nunca me atreví a romper su ilusión.

Vacío inconmensurable || Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora